Por Jorge Turpo R.

La Contraloría detectó que la obra se puede seguir retrasando por distintas deficiencias. El Gobierno Regional de Arequipa construye el proyecto por administración directa.

INVERSIÓN SUPERA LOS S/ 31 MILLONES

La Contraloría General de la República ha revelado una serie de irregularidades en la ejecución de la obra de mejoramiento del colegio Sebastián Barranca, ubicado en Camaná, Arequipa, que pone en riesgo la correcta culminación de un proyecto valorizado en más de 31 millones de soles.

Se trata de una construcción ambiciosa que busca brindar una infraestructura moderna para la educación secundaria, pero que enfrenta serios problemas técnicos, administrativos y de control de calidad.

Según el informe de hito de control n.º 026-2025-OCI/5334-SCC, la ejecución de la obra —a cargo del Gobierno Regional de Arequipa bajo la modalidad de administración directa— presenta cinco situaciones adversas graves que podrían comprometer su plazo de ejecución, el uso adecuado de los recursos públicos y la seguridad de la futura infraestructura.

Uno de los hallazgos más preocupantes es la inasistencia del residente de obra, quien dejó el cargo el 17 de junio de 2025 sin que se registrara oficialmente su reemplazo en el cuaderno de obra.

Esta situación no solo viola la normativa técnica —que exige un profesional exclusivo al frente del proyecto—, sino que interrumpe la comunicación formal entre la inspección y la ejecución, afectando la toma de decisiones técnicas y el control de incidencias en campo.

El cuaderno de obra, documento obligatorio y de uso diario, quedó sin anotaciones a pesar de que se seguían ejecutando trabajos, como la construcción del cerco perimétrico.

Un segundo hallazgo está referido al retraso en los ajustes técnicos por presencia de agua subterránea.

La obra sufrió una paralización desde noviembre de 2024 debido a la presencia de un nivel freático elevado, no contemplado en el expediente técnico original.

Aunque se elaboró un nuevo estudio de suelos en febrero de 2025, la actualización del expediente técnico para cinco de los siete bloques sigue pendiente.

La falta de definición de niveles y cimentaciones podría retrasar el cronograma y elevar los costos por mayores gastos generales. Esta dilación, además, amenaza la entrega oportuna del colegio, afectando directamente a cientos de estudiantes que esperan una nueva infraestructura.

Otra observación clave del informe es la falta de ensayos y controles de calidad en los materiales utilizados, como el concreto y los ladrillos.

Por ejemplo, no se cuenta con resultados de pruebas de resistencia del concreto colocado en mayo ni con pruebas completas de los ladrillos utilizados, lo que va en contra de lo establecido en el Reglamento Nacional de Edificaciones.

Además, el ingeniero de calidad designado no cumple con el perfil mínimo requerido: solo acredita 2.5 años de experiencia en el sector público, cuando el cargo exige al menos 4 años.

Estas deficiencias comprometen la durabilidad y seguridad de la infraestructura escolar.

MATERIALES

El informe también evidencia deficiencias en el registro y control del almacén de obra. Los documentos de ingreso y salida de materiales están desactualizados, sin numeración correlativa y sin la firma del residente de obra, lo que dificulta su verificación.

Durante la inspección, se observó que materiales como cemento, piedra chancada y arena estaban almacenados a la intemperie o en contacto directo con el suelo, lo que pone en riesgo su conservación y uso adecuado. Además, se encontraron extintores vencidos y bloques de ladrillo sin utilizar por incumplir especificaciones técnicas.

Finalmente, la Contraloría alertó que la cantidad de personal técnico y administrativo en obra no coincide con lo estipulado en el expediente técnico.

Esta discrepancia podría generar un desbalance financiero y mayores gastos generales, afectando la eficiencia del presupuesto.

En una obra de más de 33 millones de soles, la correcta asignación y supervisión del personal es clave para su desarrollo ordenado y transparente.

La Contraloría ha recomendado al Gobierno Regional de Arequipa tomar medidas inmediatas para corregir estas situaciones. De no atenderse a tiempo, estas irregularidades podrían traducirse en una obra inconclusa, deficiente o incluso peligrosa para sus futuros usuarios.

El colegio Sebastián Barranca aún tiene 18 meses para culminarse. Pero el tiempo, como el agua que brotó del subsuelo sin aviso, también puede jugar en contra si las advertencias no se convierten en acciones concretas.