Presidenta Boluarte da mensaje a la Nación por Fiestas Patrias
Mandataria inicia actividades oficiales a las 7:50 horas. A las 11:10 horas se tiene previsto que la jefa de Estado se dirija al país desde la sede del Legislativo.
HOY A LAS 11:00 HORAS
La presidenta de la República, Dina Boluarte, ofrecerá este 28 de julio un mensaje a la Nación desde la sede del Poder Legislativo, con ocasión del 204.° aniversario de la proclamación de la independencia del Perú.
El inicio de la sesión solemne en el Congreso de la República está programado para las 11:00 horas y 10 minutos después se tiene previsto que la jefa de Estado se dirija a todo el país.
La mandataria iniciará las actividades oficiales por Fiestas Patrias a las 07:50 horas cuando salga de Palacio de Gobierno para dirigirse a la Basílica Catedral de Lima, donde participará en la misa solemne y te deum.
A las 09:10 horas dejará la Basílica Catedral de Lima para regresar a Palacio de Gobierno, donde recibirá a la Comisión de Anuncio del Congreso de la República.
A las 10:30 horas está programada la salida del Gabinete Ministerial hacia el Congreso de la República para participar en la sesión solemne por el 204.° aniversario de la independencia nacional.
Tras dirigir su mensaje a la Nación, la presidenta Boluarte retornará a la Casa de Gobierno.
El programa de actividades oficiales del 28 de julio concluirá con el saludo del cuerpo diplomático y de las altas autoridades de la Nación a la jefa de Estado en el Salón Dorado de Palacio de Gobierno. Este acto está previsto para las 17.30 horas aproximadamente.
QUE SE ESPERA
El último mensaje por Fiestas Patrias de la presidenta Dina Boluarte mantiene el ambiente político y ciudadano expectante, aunque signado más por la desconfianza y el rechazo que por la esperanza. La coyuntura está marcada por un desgaste notorio de la figura presidencial, salpicada por cuestionamientos, investigaciones y la sensación de que los problemas de fondo del país no han encontrado respuesta clara. En ese contexto, el discurso es percibido como una oportunidad para hacer un mea culpa y reconectar con prioridades postergadas, o bien para sellar el diagnóstico de desconexión.
Los exministros Marilú Martens, Cluber Aliaga, David Tuesta, Hernán Garrido Lecca, y el politólogo Martín Soto, mostraron consenso en el escepticismo, pero también en la urgencia de cambios en lo que queda de la gestión presidencial.
Martens advirtió que el sector atraviesa una crisis no solo de gestión, sino de visión. “Lo que debería ser una prioridad nacional ha sido relegado, sin rumbo ni liderazgo claro por parte del Ministerio de Educación, que se deja avasallar por un Congreso más enfocado en intereses particulares, enfrascado en negociaciones que poco o nada tienen que ver con el derecho a aprender de millones de peruanos”.
“Los retrocesos son evidentes. Hoy, más de una de cada tres escuelas no cuenta con servicios básicos. La educación rural sigue siendo postergada. El sistema sigue dando la espalda a la realidad. No hay acciones frente a la deserción escolar, reintegración ni salud de los alumnos. No se puede aprender si primero no se está bien”, expuso.
En otro momento, se refirió a la calidad educativa. Afirmó que, “si bien hay un incremento importante en las remuneraciones docentes, aún persisten deudas profundas como fortalecer la formación para especialidades clave como la Educación Intercultural Bilingüe, garantizar capacitaciones, dotar de materiales pedagógicos y mejorar el equipamiento en escuelas. Reconocer al magisterio implica también asegurar condiciones dignas para enseñar y desarrollarse profesionalmente. El abandono de la educación técnica y superior es otra muestra de desconexión. […] La educación no puede seguir siendo la gran olvidada. Defenderla es defender nuestro futuro”.
Desde el sector Interior, Cluber Aliaga, exministro durante el gobierno de Francisco Sagasti, sugirió que el mensaje incluya una sólida rendición de cuentas sobre la gestión gubernamental. “Es prioritario rendir cuentas sobre el desempeño de la Policía Nacional, el Ministerio Público, el Poder Judicial, el INPE, la Contraloría General, los organismos de inteligencia, la Defensoría del Pueblo, la Cancillería y la cooperación internacional. Todo ello con énfasis en la lucha frontal contra la delincuencia y la corrupción, que son dos de los mayores flagelos que afectan la confianza ciudadana y la gobernabilidad democrática. […] El eje debe ser la calidad de vida de los ciudadanos como medida central del éxito o fracaso de la gestión”, expresó.
