La causa rellena, el plato más patriótico del Perú
Por: Daniela Santander Revilla
Icónica preparación muestra que la nación se defiende desde la cocina.
POR SU SABOR E HISTORIA
Si nuestra patria tuviera un sabor, el de la causa rellena sería el más simbólico. De textura suave y ají amarillo encendido, este plato es mucho más que una entrada, es memoria de lucha, creatividad en tiempos difíciles, diversidad y orgullo en el corazón de los peruanos. En el mes patrio, su presencia cobra otro peso, porque no solo alimenta, recuerda quiénes somos.
La causa tiene raíces que se remontan al quechua kausay (vida), en referencia a la papa, y fue bautizada como tal durante las guerras de independencia, cuando las mujeres la preparaban “Por la causa” para alimentar a los soldados, según el Instituto Le Cordon Bleu del Perú. Desde entonces, este plato de ingredientes sencillos (papa prensada, limón, ají, huevo duro, aceitunas y algún relleno como pollo o atún) ha cruzado generaciones con el mismo mensaje, el Perú también se defiende desde la cocina.
La causa se transformó en símbolo patrio no solo por su sabor, sino por su historia. Su forma fría y compacta, su colorido vibrante y su adaptabilidad la convierten en uno de los platos más representativos de la identidad nacional. Como bien declara el chef peruano Yuri Larrea, fundador del restaurante Pisco: “La causa es uno de los platillos más representativos de la comida peruana. Cuando las personas visitan Perú, no pueden irse sin probarlo”. Y agrega que este plato era simplemente una papa hervida que se comía con rodajas de ají; un plato que combina dos cultivos andinos.
Sin embargo, el plato que suele llevar el título de “bandera del Perú” es el ceviche. José Roberto Mayta Salluca, presidente de la Asociación Regional de Guías de Turismo, señala que es lo primero que piden los turistas al llegar al país. Hecho con pescado fresco, jugo de limón, cebolla y ají, el ceviche encarna el espíritu fresco y vibrante de la costa peruana y ha sido reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación desde 2004.
Mayta también destaca al lomo saltado como otro ícono nacional. Salteado de carne, cebolla, tomate y acompañado de arroz con papas fritas, este plato es ejemplo del mestizaje culinario que define al Perú. Representa la fusión entre lo andino y lo oriental. Es sabor e historia en una sola preparación. Y al hablar de platos bandera, la conversación no está completa sin mirar al sur. “Cuando los turistas llegan a Arequipa, hay sabores que nunca faltan: el rocoto relleno, el pastel de papa, el chupe de camarones”, enumera Mayta. La Ciudad Blanca tiene una identidad culinaria marcada.
Así, aunque la causa se gane con justicia el título de plato más patriótico por su historia vinculada a la independencia, el ceviche, el lomo saltado y los potajes regionales, como los de Arequipa, enriquecen el mosaico de identidades que conviven en la mesa peruana. Cada uno cuenta una parte de nuestra historia, y juntos construyen la gran narrativa de lo que significa ser peruano.

La comida nos une, en tiempos actuales donde los peruanos necesitamos más que nunca una verdadera unión, revaloremos lo nuestro y animémonos a preparar una causa rellena para compartir. De exquisito sabor nos recuerda nuestras propias luchas y victorias, es una comida por la causa y para los causas.
