Por: Carlos Meneses

La fundación de Arequipa fue hispánica y no está relacionada con los pagos a la tierra que tiene que ver con costumbres incaicas.

Lo que Arequipa celebra cada 15 de agosto es la fundación o refundación de lo que originalmente se hizo en Camaná para atender una orden de Francisco Pizarro por lo mal sanas que eran las tierras de la provincia costera del departamento.

En consecuencia, toda la ceremonia y los festejos alusivos a su fundación tuvieron sabor y costumbres hispánicas y en ningún momento incaica. Eso es necesario precisarlo, pues ahora se han iniciado los festejos conmemorativos del 15 con un “pago a la tierra”, que nunca hubo en la fundación y que tampoco debiera haberla habido en el 2025.

La formación histórica de la fundación del 15 de agosto estuvo limitada a la decisión de convertir la fiesta de la Asunción de María y encargarle la protección de la ciudad, de acuerdo a costumbres heredadas de la colonia.

Lo que se ha dado en llamar la Pachamama es una arbitraria decisión tomada por alguien que pretende cambiar lo que históricamente corresponde y que era la conversión de la fundación en su carácter netamente hispánico y nada que hacer con costumbres del tiempo de los incas.

Ajustarse a la verdad histórica es necesario para que se sepa que aquí los que vinieron a refundar Arequipa se confiaron plenamente a formas hispánicas que no tienen nada que ver con lo que ahora se ha agregado.

No se pueden alterar hechos que no ocurrieron, como es el “pago a la tierra” que es una costumbre anterior a los 4 siglos que tiene la fundación de Arequipa. Defendemos la verdad y no aceptamos como acierto lo que no lo es, aquí la Virgen de la Asunción estuvo entronizada y mereció ser reconocida durante 4 siglos.