Arequipeño sabía leer el cielo

Por Carlos Meneses Cornejo

ESPECIALES DE AREQUIPA: Los arequipeños que yo conocí

Hipólito Sánchez nació en Arequipa y fue inscrito como cristiano en la parroquia del Sagrario, siempre vivió en la calle San Agustín frente a la puerta falsa que da a la calle Sucre que entonces tenía el número 7 y ahora es el local de Bellas Artes de Arequipa, estudió en el colegio de La Merced y posteriormente en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), se graduó de abogado.

Es el único que mostró habilidad como matemático y astrónomo, tuvo un especial afecto por los jueces de paz logrando que se le aprobara la impresión de 16 mil folletos para capacitar a los jueces de provincias, fue también un hombre que, como periodista y a través del periódico Vencer o morir, defendió a Arequipa cuando esta ciudad fue sitiada durante 5 meses por las tropas del presidente Ramón Castilla que no permitía el ingreso de agua para el riego de cultivos ni para consumo humano.

Después, en ese mismo periódico, demandó la entrega de armas para defender a Arequipa en la guerra del Pacífico y, como presidente de una comisión especialmente nombrada, recibió al jefe de Estado José Balta cuando con una comitiva y en el puerto de Mollendo inauguró el ferrocarril que terminaría en el Cusco el 1 de enero de 1871.

Hipólito Sánchez Trujillo es autor de un libro llamado “Efemérides astronómicas” y se recuerda que su trabajo publicado comprendió todos los eclipses de luna y sol desde 1857 hasta el año 2000 en que se registraron 316 eclipses de sol y 218 de luna. Así como 7 163 aspectos matemáticos de cálculo que se han cumplido exactamente.

Todos los calendarios que señalaban los movimientos de la luna y del sol fueron recogidos y publicados conforme a las anotaciones que hizo Hipólito Sánchez Trujillo. Mi abuelo Andrés Meneses Pino y mi padre Carlos Meneses Cornejo hablaron en su entierro, después de que Sánchez Trujillo fuera director del colegio Independencia, él permitió que los domingos los alumnos pudieran exponer temas que interesaban a la comunidad en forma libre.

Tanto Andrés como Carlos revelaron que el científico bajaba de su casa de Sucre al puente Bolognesi se recostaba en el terminal de los portales del viejo puente y con libreta en mano comenzaba a apuntar los datos que recogería sobre los eclipses y movimientos de la luna y también de sol.

Atendía gratuitamente a los pobres y sus labores empezaban a las 6 de la mañana hasta las tres de la tarde en su estudio situado frente a la puerta falsa de la iglesia de San Agustín en el inmueble que tenía el número 101.

Cuando Castilla atacó a Arequipa provocando centenares de muertos entre los civiles, Hipólito Sánchez Trujillo acudió a defender el cuartel de la columna de los Inmortales que estaba ubicado en la calle Melgar 305, donde se establecieron los fuertes de Sebastopol y la Malakoff que quedaron en las calles de Santa Marta y San Pedro y que ocuparon el interés de la novela Jorge o el hijo del pueblo que escribió María Nieves y Bustamante.

Gracias a los avances tecnológicos logrados los científicos señalaron la equivocación, ante la afirmación de algunos, que el 2 de agosto del 2025 habría un eclipse de sol que oscurecería la tierra durante 6 minutos, lo que no ocurrió y debe producirse en agosto de 2027, año en que una vez más se confirmará el pronóstico que hizo Sánchez Trujillo hasta el año 2000.

Cuando murió, sus herederos vendieron la casa que ocupaba y el Estado lo convirtió en la Escuela de Bellas de Artes que en estos días ha sido hermoseada por el Concejo Provincial de Arequipa.