El 10 de agosto de 2022, el decano de la prensa arequipeña tuvo la gentileza de publicar mi artículo “Arequipa: Ciudad de Primer Mundo”, lo retomo al acercarnos al 485 aniversario de fundación española y próximos a los 500 años, para sugerir elaborar el Plan Arequipa Ciudad de Primer Mundo, con la participación de la Municipalidad Provincial de Arequipa, Gobierno Regional de Arequipa, Presidencia del Consejo de Ministros, universidades públicas y privadas, colegios profesionales, Cámara de Comercio e Industria, ONG de Investigación, fuerzas vivas: FDTA, AUPA, MYPES y sociedad civil. En el citado artículo escribimos: “La ubicación de Arequipa, le permite accionar sobre costa y sierra con facilidad (Ramón Gutiérrez: Evolución Histórica Urbana de Arequipa 1540-1990); culinariamente, destaca con una oferta gastronómica variada y en plena expansión, además, aquí nació las ferias con Festisabores en el año 2006, después vino Mixtura (Alan Fairlie y otros: Cadenas Productivas y clústeres en el sector gastronómico peruano). Arequipa ha logrado reducir la desigualdad económica; en tanto, sus autoridades regionales han apoyado los procesos de inversión privada asociados al desarrollo minero y a la agricultura de exportación (Roxana Barrantes y otros: Las posibilidades del desarrollo inclusivo. Dos historias regionales); y tenemos 10 000 años de antigüedad prehistórica (Manuel Huanqui Hurtado: Hablan mil momias después de mil años), es decir, contamos con memoria”. Acto seguido, señalé: “A ello se agrega su potencial diversidad económica, de desarrollar: agricultura, minería, industria, servicios, sede de eventos internacionales; como epicentro comercial del gran sur nacional; ser el eje facilitador del movimiento económico del centro sudamericano (sur de Perú, occidente de Bolivia, oeste de Brasil, norte de Argentina, Uruguay, Paraguay y norte de Chile), y establecerse cual nexo del mercado mundial, entre Sudamérica y Asia emergentes, por la Cuenca del Pacífico, con su puerto de Matarani y el futuro megapuerto de Corío”. Añadimos: “Finalmente, gozamos del título universal de alcance planetario, conferido por la UNESCO; todo ello confluye en una categórica declaración de nuestro Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, que compartimos: “Estoy orgulloso de ser arequipeño y pertenecer a este pueblo tan cariñoso” (Arequipa Patrimonio Cultural de la Humanidad)”. Esta propuesta no es nueva, además, ya se ha hecho anteriormente, sirve de veraz antecedente, exitoso precedente y real experiencia de gestión de desarrollo autónomo y descentralizado, lo realizado por la otrora Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa (JRDA), creada por la Ley N.° 12972, puesta en práctica posterior a los fuertes terremotos habidos en nuestra ciudad. Dicha JRDA, tuvo una composición amplia, técnica y democrática, la integraron representantes del sector público, sector privado y sociedad civil; pusieron en funcionamiento la concertación intergubernamental (presencia de los dos niveles de gobierno: local y nacional) e intersectorial (trabajo conjunto de las entidades públicas afincadas en la ciudad), con efectiva participación de organizaciones populares y gremios sindicales (instituciones del pueblo de ese entonces).

La ciudad rebelde por la Constitución y democracia, en los años sesenta, se unió para rehabilitarse de los feroces terremotos, lo consiguió; en los años setenta, se unió para defender la pequeña y mediana propiedad agrícola de la reforma agraria velasquista, lo consiguió; en los años ochenta, eligió autoridades locales de signo político diferente al partido de gobierno, mostrando su personalidad regionalista; en los años noventa, nunca agachó la cabeza al dictador de turno; en la primera década del siglo XXI, por un lado, frenó el proceso privatizador desnacionalizador neoliberal, y, de otro lado, instauró el modelo de negociación transparente y participativo, de inversión minera, como palanca de crecimiento económico. Este proceso concertador debe epilogar en el Plan de Desarrollo Integral con Justicia Social, apuntando a hacer de Arequipa la ciudad sudamericana de primer mundo, hacia el quinto centenario, donde haya pleno empleo, fomento de la inversión privada, erradicación de la pobreza, educación y salud de calidad, economía regional con valor agregado y seguridad ciudadana eficaz. Viva Arequipa.