Fibra de vicuña en Arequipa, el oro suave de los Andes

Por: Daniela Fernández Cruz

En el corazón del sur andino, Arequipa se ha consolidado como uno de los centros más importantes del mundo para el tratamiento y la exportación de la fibra de vicuña, considerada un tesoro nacional y símbolo de la riqueza natural del Perú. Desde tiempos preincaicos, esta fibra ha sido sinónimo de lujo y distinción, reservada únicamente para la realeza. Con el paso de los siglos y la implementación de estrictos programas de conservación, la esquila sostenible de la vicuña ha permitido que comunidades altoandinas y empresas especializadas continúen esta tradición milenaria, proyectándola a mercados internacionales sin perder su esencia artesanal.

La historia de la vicuña es uno de los relatos más alentadores en el ámbito de la conservación de especies. A mediados de la década de 1970, solo quedaban unos pocos miles de ejemplares dispersos, principalmente en los Andes peruanos. La caza furtiva constante amenazaba con llevarlos a la extinción, lo que significaría perder no solo una especie única, sino también uno de los símbolos más representativos del país. Hoy en día varios problemas se han superado, pero aún falta mucho trabajo por delante.

Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, zona de protección.

Afortunadamente, cuando la población se estimaba en apenas cinco mil ejemplares, los gobiernos de Perú y Alemania implementaron un plan para evitar su desaparición. Se crearon zonas de protección, como la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, y se impuso la prohibición internacional de comercializar su fibra.

Veinticinco años después, la población había crecido lo suficiente para que el organismo de las Naciones Unidas encargado de la protección de especies autorizara el uso controlado de la fibra obtenida legalmente. El método tradicional para capturar a estos animales sigue siendo el ancestral Chaccu, una ceremonia comunitaria que combina manejo sostenible y tradición cultural.

En 1992, con el objetivo de reintroducir la fibra de vicuña en los mercados internacionales, el gobierno peruano organizó un concurso mundial. El ganador fue un consorcio integrado por las empresas italianas Loro Piana y Lanerie Agnona, junto con la firma arequipeña Incalpaca TPX, marcando el inicio de una nueva etapa en el aprovechamiento sostenible de este recurso.

Mauricio Chirinos, gerente de Michell y Cía S.A., señala que “La industria textil se encuentra actualmente en una etapa de crecimiento sostenido”, resaltando el potencial de las fibras especiales de camélidos y de la industria algodonera. Según el ejecutivo, productos como la alpaca, la vicuña, el cashmere y el mohair poseen un gran valor agregado y reconocimiento en el extranjero. Este contexto, sumado al prestigio internacional de la fibra de vicuña, representa una oportunidad histórica para fortalecer la posición de nuestra ciudad y del Perú como líder mundial en el sector textil de lujo.

Prendas más finas pueden costar hasta 25 000 soles.

Hoy en día, Arequipa cuenta con maquinaria especializada y más de 20 años de experiencia en el manejo de esta noble fibra, lo que permite elaborar piezas únicas que combinan tradición y tecnología. Cada prenda cuenta con su propio número de seguimiento, garantizando su autenticidad desde la esquila en los Andes hasta su confección final. Debido a su exclusividad y al complejo proceso productivo, una de las prendas más finas puede alcanzar un valor de hasta 25 000 soles en el mercado.

Dejanos un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked with *.