Arequipa: eficiencia a medias, obras a la deriva
VIDENZA INFORMA

Un saludo cordial a Arequipa en su 485.º aniversario. La ciudad tiene motivos para celebrar, pero también razones de peso para exigir una gestión pública más eficiente y coherente con su potencial.
La inversión pública en Arequipa sigue navegando entre luces y sombras. Al cierre del primer semestre de 2025, los índices de eficiencia muestran avances puntuales, pero también retrocesos alarmantes.
El Gobierno Regional (Gore Arequipa) ocupa el puesto 3 de 25 regiones en el Índice Regional de Eficiencia en la Inversión Pública (IREI), mejorando una posición respecto al mismo periodo de 2024. En cambio, la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) cae al puesto 151 de 194 provincias en el Índice Local de Eficiencia en la Inversión Pública (ILEI), retrocediendo 47 lugares en solo seis meses.
¿Hay que aplaudir al Gore Arequipa por su lugar en el ranking? No tan rápido. Si bien mejoró en cinco indicadores —destacando el avance en ejecución, que subió de 37.6 % a 58.8 %, escalando 12 posiciones y alcanzando el primer lugar nacional—, también presenta cifras alarmantes.
El sobrecosto llegó al 99.9 % respecto al monto viable (puesto 21 de 25), y los proyectos acumulan un retraso promedio de 1 623 días (puesto 20). Uno de los casos más crítico: un proyecto para la atención de COVID-19 con un sobrecosto de 688.4 %. Sí, en pleno 2025.
La situación de la MPA es aún más preocupante. Comparado con el primer semestre de 2024, su retroceso es generalizado. El avance en ejecución cayó del 46.1 % al 21.3 %, y la sobrecarga de proyectos —es decir, una cartera de proyectos sobredimensionada en relación con su capacidad real de ejecución, medida en función del presupuesto multianual institucional (PMI 2025–2028)— alcanzó el 205.9 %, llevándola al puesto 153 en ese indicador.
Aunque mantiene 0.0 % de sobrecosto agregado, ubicándose en el primer lugar nacional, esto poco importa si los proyectos permanecen detenidos o avanzan a paso lento. El proyecto de interconexión vial entre las avenidas Jesús, Los Incas y Kennedy —el más costoso dentro de la cartera de obras retrasadas de la MPA— acumula más de 1 000 días de retraso, y la infraestructura vial de la avenida Francisco Mostajo lleva pendiente más de 4 500 días. El estancamiento, más que el gasto, es el verdadero problema.
Los resultados del primer semestre confirman que no basta con figurar en los rankings; la verdadera medida está en la capacidad de ejecutar lo que se planifica. Si el Gore Arequipa y la MPA no ajustan su cartera a su capacidad real y no aseguran continuidad a los proyectos en curso, la inversión pública seguirá dispersa y sin impacto duradero. Al final, lo que se pierde no son posiciones, sino tiempo y confianza ciudadana.
