Biotecnología ambiental: una herramienta para el futuro del planeta

La biotecnología ambiental se fundamenta en la utilización de organismos vivos como bacterias, hongos y plantas para reducir o remediar algún contaminante. Diferentes técnicas de biorremediación permiten que los contaminantes que pueden estar presentes en suelos, aguas y aire sean transformados en compuestos inocuos para los seres vivos.
La biorremediación se define como la degradación de sustancias peligrosas o tóxicas en sustancias inocuas para los organismos. Algunos microorganismos, como el caso del hongo Trichoderma, son capaces de degradar el pentaclorofenol, un pesticida ampliamente utilizado. Asimismo, este microorganismo puede tolerar ciertos metales pesados e hidrocarburos, y actuar como biocontrolador en las plantas, ya que las protege de diferentes patógenos.
A diferencia de técnicas físicas o químicas tradicionales, esta nueva tecnología permite ser más respetuosos con el medio ambiente y, en algunos casos, resulta ser más económica.
Uno de los aspectos más relevantes es su potencial para recuperar entornos naturales degradados. La regeneración de zonas contaminadas por metales pesados, residuos industriales o vertidos de hidrocarburos ha dejado de ser una utopía gracias a los avances en ingeniería genética y microbiología. La ciencia ha permitido desarrollar cepas de microorganismos adaptadas para sobrevivir en ambientes extremos y realizar tareas específicas de limpieza ecológica.
Investigaciones recientes con la bacteria Arthrobacter han concluido que este microorganismo tiene una alta capacidad de biodegradación de contaminantes como la atrazina, además de una efectiva capacidad de reducción de cromo hexavalente y de hidrocarburos de cadena larga, que son altamente nocivos para el medio ambiente y diferentes ecosistemas. Esta bacteria ha mostrado la capacidad de metabolizarlos en compuestos menos nocivos, permitiendo restaurar los suelos contaminados para ser aprovechados por la agricultura.
En definitiva, la biotecnología ambiental es una alternativa más amigable con el medio ambiente para la lucha por un planeta más limpio. Su desarrollo y aplicación deberían ser una prioridad por parte de los organismos competentes que se encargan de implementar estrategias para remediar diferentes ecosistemas.
En nuestro país, este aspecto cobra mayor relevancia debido a la diversidad de ecosistemas presentes. Esto, a su vez, nos permite tener un abanico variado de bacterias y hongos con capacidad de degradar diversos contaminantes o actuar como agentes de biocontrol frente a patógenos que afecten a los cultivos. En el futuro, el verdadero éxito será contar con tecnologías sustentables que no alteren los ecosistemas naturales. Una de las más prometedoras es la biotecnología ambiental.
