Semaforización en crisis: deterioro incrementa congestión y accidentes
Por Jorge Turpo R.
Identifican problemas recurrentes sistema de semáforos. El diagnóstico realizado por el regidor José Suárez Llerena, revela que la mayoría de semáforos presenta problemas y otros no funcionan. Plantea la inversión en un nuevo sistema.
INFORME FUE PRESENTADO AL ALCALDE PROVINCIAL
La red de semáforos de Arequipa atraviesa una situación crítica. El deterioro de la infraestructura, la falta de mantenimiento y la obsolescencia de los equipos no solo incrementan la congestión vehicular en la ciudad, sino que elevan el riesgo de accidentes de tránsito.
Así lo advierte el regidor provincial José Raúl Suárez Llerena, autor del Informe N° 06-2025-MPA, presentado recientemente al alcalde Víctor Hugo Rivera Chávez.
“El sistema semafórico de Arequipa presenta un alto grado de deterioro y obsolescencia. La mayoría de los equipos son antiguos, no tienen mantenimiento constante y eso repercute directamente en la congestión vehicular y en la seguridad vial”, sostuvo Suárez Llerena.
El diagnóstico elaborado por el regidor, tras un trabajo de campo en distintas intersecciones, identificó problemas recurrentes: semáforos apagados por fallas eléctricas o equipos obsoletos, deficiencias en la sincronización de los tiempos de luz, y ausencia de un programa de mantenimiento preventivo.
“La falta de modernización ha convertido a los semáforos en un factor más de caos, cuando deberían ser la herramienta principal para ordenar el tránsito”, enfatizó.
SEMÁFOROS APAGADOS
Entre los puntos más críticos detectados, el informe menciona que los semáforos ubicados en la avenida Juan de la Torre y en la calle Peral se encuentran fuera de servicio.
En esta última vía, un tercer dispositivo ni siquiera tiene numeración de fases. “Son situaciones que reflejan abandono y generan un riesgo altísimo para peatones y conductores”, indicó el regidor.
Además, los controladores semafóricos en varias intersecciones superan los diez años de antigüedad, lo que dificulta la programación y coordinación entre cruces.
“Estamos hablando de tecnología desfasada que no responde a la realidad actual del tránsito en Arequipa, donde circulan cerca de medio millón de vehículos”, añadió el regidor.
IMPACTO EN LA CIUDAD
El mal estado del sistema semafórico tiene efectos concretos que afectan a la población. En primer lugar, la congestión vehicular. La ausencia de sincronización adecuada genera colas interminables, sobre todo en horas punta, reduciendo la velocidad promedio y provocando pérdidas de tiempo diarias para conductores y pasajeros.
En segundo lugar, la inseguridad vial. “Semáforos apagados o mal programados son una invitación a los accidentes. La falta de una señal clara y segura multiplica las probabilidades de choques y atropellos, sobre todo en cruces con alta presencia de peatones”, explicó el regidor.
Otro efecto es el impacto ambiental. Los tiempos de detención excesivos provocan mayor consumo de combustible y aumentan la emisión de gases contaminantes como dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno.
“El desorden semafórico también contamina, no solo genera estrés”, apuntó Suárez.
Finalmente, está la percepción ciudadana.
“Cuando los semáforos no funcionan, el ciudadano percibe abandono. Y eso erosiona la confianza en la autoridad”, advirtió.
MODERNIZACIÓN
Ante este panorama, el regidor planteó un conjunto de recomendaciones para revertir la crisis. La principal es la elaboración de un Plan Integral de Modernización Semafórica, que contemple la sustitución progresiva de los equipos deteriorados, la instalación de controladores inteligentes y un programa de mantenimiento preventivo permanente.
“Arequipa necesita con urgencia una Central de Control Semafórico que permita gestionar el tránsito en tiempo real. Hoy dependemos de que un vecino reporte un semáforo malogrado para recién intervenir, y eso es inaceptable en una ciudad de más de un millón de habitantes”, señaló Suárez Llerena.
Asimismo, el regidor subrayó la importancia de priorizar la seguridad de peatones y usuarios vulnerables.
“Tenemos que incorporar semáforos peatonales y sistemas accesibles, como señales sonoras para personas con discapacidad visual. La movilidad sostenible también es inclusión”, remarcó.
El documento también recuerda que la ciudad ha experimentado un fuerte crecimiento poblacional y vehicular, sin que la inversión en infraestructura vial haya acompañado ese ritmo.
La consecuencia es un sistema colapsado, donde la semaforización moderna aparece como la solución más rápida y efectiva.
“El costo de no hacer nada será mucho más alto. Cada día que pasa aumentan los riesgos, la contaminación y el malestar ciudadano. Es momento de actuar con decisión”, concluyó Suárez Llerena.
El informe ya se encuentra en manos del alcalde provincial y de la Gerencia de Transporte y Movilidad Sostenible, que deberán evaluar las medidas a implementar. Los vecinos, mientras tanto, siguen enfrentando a diario el caos vehicular en intersecciones donde el semáforo dejó de ser un símbolo de orden y se convirtió en un recordatorio del atraso.
