En el país se crearon más empleos a trabajadores sin educación superior. Durante el segundo trimestre de 2025, Arequipa encabezó la creación de puestos de trabajo en el país, con un crecimiento concentrado en sectores vinculados a la educación, los servicios sociales y la salud.

GENERÓ MÁS 23 800 NUEVOS PUESTOS DE TRABAJO

La región se consolidó como la de mayor dinamismo en el mercado laboral peruano, al sumar 23 892 nuevos puestos de trabajo en comparación con el mismo periodo de 2024, según el último boletín de ComexPerú, elaborado con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

El impulso provino, principalmente, de las actividades de enseñanza, servicios sociales y salud, que en conjunto sostuvieron la expansión regional frente a la contracción en otros rubros, como la construcción y la minería.

EMPLEO MÁS INCLUSIVO

En total, durante el segundo trimestre del año, el país generó 136 826 empleos adicionales, aunque el resultado tuvo matices. Para los trabajadores sin educación superior se crearon 144 861 nuevos empleos, mientras que aquellos con estudios técnicos o universitarios experimentaron una caída de 8 035 puestos.

Este comportamiento también se reflejó en Arequipa, donde las oportunidades laborales crecieron con fuerza en áreas de servicios y comercio, pero se redujeron en sectores tradicionales como la administración pública y la construcción.

CONTRASTE CON OTRAS REGIONES

Mientras Arequipa destacó como motor de generación de empleo, otras ciudades enfrentaron retrocesos importantes. Huánuco perdió 5 053 empleos, principalmente en la administración pública y la construcción, mientras que Huaraz registró una contracción de 3 959 empleos por la misma causa.

En total, el empleo aumentó en 21 de las 26 ciudades evaluadas, siendo Arequipa la que más aportó, seguida por Lima y Trujillo.

DESAFÍOS PERSISTENTES

Pese al buen desempeño arequipeño, la tasa de desempleo nacional se situó en 5.9 %, nivel que afectó a más de 1 millón de personas. Además, la población inactiva —aquellos que no trabajaron ni buscaron empleo pese a estar en edad productiva— llegó a 7.9 millones, un aumento de 167 mil personas frente al año pasado.

Este incremento de la inactividad se concentró en las zonas urbanas, particularmente entre la población con educación superior, mientras que en el área rural se observó una disminución.

AREQUIPA, REFERENTE NACIONAL

El caso arequipeño marca un contraste en el panorama nacional: mientras algunos sectores productivos enfrentan retrocesos, la región ha logrado sostener el empleo a través de servicios sociales, enseñanza y salud, actividades cada vez más relevantes en un contexto de diversificación económica y mayor demanda ciudadana.

Los expertos destacan que este dinamismo puede convertir a Arequipa en un referente de reconversión laboral frente a la caída de sectores tradicionales como la construcción o la minería, siempre que se refuercen las políticas de capacitación y formalización.