Los gobiernos regionales y las mancomunidades
Por: Werner Salcedo Álvarez
REFLEXIONES
No cabe duda de que las regiones sostienen la democracia, la institucionalidad, gobernabilidad y estabilidad del país.
A pesar de las diferencias geográficas, culturales y económicas, los gobiernos regionales nos unimos en mancomunidades movidos por la firme convicción de que, promoviendo de manera integrada y eficiente el desarrollo regional y la participación de nuestras poblaciones, construimos un país más justo y fuerte.
Esta unión, entre dos o más gobiernos regionales, reguladas por leyes N.º 29768 y 30804, nos permite articular políticas públicas, formular y ejecutar planes, programas y proyectos de inversión interdepartamental para cubrir las necesidades reales de cada territorio.
Según la Secretaría de Descentralización de la PCM, al 2024 se encuentran registradas siete mancomunidades regionales que comparten cuencas hidrográficas, corredores viales, turísticos, económicos y zonas ecológicas comunes.
Entre ellas, podemos mencionar la Mancomunidad Regional de los Andes (Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Ica, Junín y Cusco), la Mancomunidad Regional Macro Región Nor Oriente del Perú (Lambayeque, Tumbes, Piura, La Libertad, Cajamarca, Amazonas, San Martín y Loreto), la Mancomunidad Regional Amazónica (Amazonas, Cusco, Loreto, Madre de Dios, San Martín y Ucayali) y la reactivada Mancomunidad Regional Macro Región Sur (Tacna, Arequipa, Moquegua, Cusco y Madre de Dios).
La Mancomunidad Macro Región Sur, bloque estratégico para el futuro del desarrollo nacional, impulsa proyectos de gran envergadura y alto impacto económico para el país como el Puerto de Corío en Arequipa, que será una salida logística clave para el sur andino; el Aeropuerto Internacional de Chinchero en Cusco, que será el segundo más importante del país; y el Lote 76 (localizado en Madre de Dios y los límites de Cusco y Puno), que se estima tendrá tres veces más reserva de gas que Camisea, y cuya explotación debe hacerse preservando nuestra Amazonía y escuchando a las comunidades originarias.
Además, las regiones que integramos la Macro Sur lideramos la mayor inversión minera en el país, pues representa el 43.8% del total invertido en 20 proyectos por 23,906 millones de dólares. Esta cartera de proyectos mineros es fundamental para asegurar ingresos fiscales y el empleo en la próxima década.
De igual forma, en febrero pasado, ProInversión y la Mancomunidad Regional de los Andes presentamos 85 proyectos de inversión mediante asociaciones público-privadas, proyectos en activos y obras por impuestos por 8,341 millones de soles en sectores clave como salud, educación, infraestructura vial, mercados, centros de procesamiento, plantas de empaque, centros de convenciones y teleféricos.
En el 2024, también presentamos 30 iniciativas de inversión por más de 25,000 millones de soles. Asimismo, contamos con proyectos en infraestructura, destacando el Ferrocarril Junín-Huancavelica, la Nueva Carretera Central, el Nuevo Terminal Portuario en San Juan de Marcona y la masificación del gas natural.
No cabe duda de que las regiones sostienen la democracia, la institucionalidad, gobernabilidad y estabilidad del país. Como autoridades regionales, debemos reconocer que nuestro desarrollo está ligado al avance de las regiones vecinas, por ello, reactivar estos espacios con liderazgo, planificación estratégica y participación ciudadana es una respuesta poderosa frente a los desafíos estructurales que enfrentamos como país.
