Para el olvido y fuera del Mundial otra vez.

La selección peruana cerró su pésima eliminatoria mundialista con una derrota de 1-0 ante Paraguay en el estadio Nacional de Lima. El cierre fue fatal. La Bicolor estuvo fuera de carrera hace rato, pero por lo menos había que despedirse con un resultado favorable. Ante las ralas tribunas solo hubo lo mismo de siempre: juego improductivo, ineficiencia y desaliento.

La atención del hincha, sobre todo en Arequipa, estuvo puesta sobre el exjugador del FBC Melgar, Kenji Cabrera. El que es hoy futbolista del Vancouver Whitecaps de la MLS jugó durante todo el primer tiempo como extremo izquierdo y derecho. Alternó con Grimaldo en forma improductiva. Nunca encontró asociación con sus compañeros. En algunos pasajes trató de driblear rivales, pero no lo fue bien. La conclusión es que con más entrenamientos y trajín podría aportarle más al equipo.

Después hubo solo un par de remates de larga distancia. Lo demás fue un concierto de imprecisiones que tornaron el partido aburrido. Como toda la campaña. Matías Galarza, a los 78′, puso el gol del triunfo paraguayo que llegaba clasificado y con la tranquilidad de practicar buen fútbol y hacer goles en momentos exactos.

Perú se despide de una forma triste. Con los mismos directivos en la Federación Peruana de fútbol no será el único golpe que se recibirá. Fácil es pensar que se viene más de lo mismo y todo malo.