VÍCTOR CONDORI Y SU LIBRO “EL PUERTO DE ISLAY: HISTORIA, ECONOMÍA Y SOCIEDAD (1827- 1879)”
En estos días, tuve la oportunidad de conversar con el historiador Víctor José Condori sobre su interesante libro titulado: “El Puerto de Islay: Historia, Economía y Sociedad (1827 – 1879)”, un riguroso trabajo de investigación que nos aproxima a diversos aspectos que tienen relación con la evolución histórica del puerto de Islay, uno de los puertos de mayor importancia del Perú y el más importante de Arequipa durante el siglo XIX.

Este libro, que se presentó el 30 de julio de este año en el Centro Cultural UNSA, resalta la función esencial que cumplieron los puertos de Arequipa en las actividades de importación de mercancías y exportación de materias primas que permitieron insertar a la región en la economía nacional y en el mercado internacional.
La iniciativa del historiador surgió del asombro que tuvo cuando se percató que no había muchos estudios sobre los puertos arequipeños y de modo especial sobre Islay. El intelectual para lograr su cometido recurrió a varios archivos y repositorios para acceder a diversas fuentes como: periódicos, revistas y documentos diversos.
Víctor Condori es licenciado en Historia por la Universidad Nacional de San Agustín y magíster en Historia por la Universidad Católica San Pablo. Es profesor investigador en ambas instituciones universitarias. Ha publicado diversos libros: “Reformas económicas y comerciales”, “Los Cinco Gremios Comerciales Mayores de Madrid (1790 – 1820)”, “Arequipa y la independencia: Política, Guerra y Economía (1918 – 1825)” entre otros libros. Es también coautor de “Historia Mínima de Arequipa: Desde los primeros pobladores hasta el presente”. Ha publicado, además, diversos artículos en revistas locales, nacionales e internacionales. Va la entrevista.
¿Cómo nació en usted el interés por la historia?
Recuerdo dos momentos muy marcados. El primero, cuando estaba en el colegio me gustaba leer las historias de grandes personajes, de sus hazañas y aventuras, todo ello contribuyó al desarrollo de mi capacidad imaginativa. El segundo momento está relacionado con mis primeras experiencias como profesor de historia, luego de salir de la universidad. En esos días en los que me iniciaba como maestro comencé a sentir la necesidad de enseñar temas diferentes a los que había recibido cuando era estudiante, ello me llevó a buscar verdaderos libros de historiadores. Lo curioso es que, al terminar de leerlos, sentía que tenía más inquietudes que certezas, lo que me obligaba a seguir leyendo y de ahí a escribir, primero resúmenes de los libros y luego, pequeños ensayos de divulgación.
¿Cuáles fueron las fuentes que empleó usted para la realización de la investigación que dio origen a su libro: “El Puerto de Islay: Historia, Economía y Sociedad (1817 – 1879)”?
Las fuentes empleadas fueron de diverso tipo y calidad. Lo primero que hice fue buscar las fuentes secundarias (libros, tesis y artículos) a través de estas me acerqué al tema y a su contexto histórico.
Luego definí el tipo de investigación que quería realizar, comencé a buscar las fuentes primarias (contratos, informes, testamentos, registros, censos) las mismas se encontraban en los archivos de la ciudad como el Archivo Regional y el Archivo Arzobispal; las fuentes no fueron suficientes, por eso recurrí al Archivo General de la Nación de Lima donde hallé documentos oficiales que tenían relación con el administrador del puerto y las autoridades del gobierno de la época.
¿Qué factores llevaron al declive y desaparición del puerto de Islay?
El declive y desaparición del puerto de Islay fue el resultado de la confluencia de una serie de factores; algunos fueron coyunturales y otros estructurales. Uno de los factores más importantes estuvo relacionado con la incapacidad que tenía el embarcadero de convertirse en un puerto imprescindible e irremplazable para la región, un puerto poseedor de una moderna infraestructura urbana con una población de varios miles de habitantes, no se pudo conseguir a causa de la ubicación geográfica. El desembarcadero estaba ubicado en uno de los desiertos más áridos de la costa, donde escaseaba prácticamente todo, alimentos, leña y hasta el agua. Por otro lado, fueron también factores desfavorables los continuos cierres temporales del muelle y la aduana, a causa de los bloqueos navales, invasiones militares y decretos; además influyeron mucho las numerosas rebeliones políticas que tuvieron lugar en la ciudad de Arequipa.
A ello habría que sumar el desplazamiento progresivo de la actividad portuaria a favor de la caleta de Mollendo, convertida en puerto mayor de la república y terminal del ferrocarril del sur, que llegó a unir el litoral arequipeño con la capital del entonces departamento de Arequipa.
¿Qué papel jugó el puerto de Quilca antes de la aparición del puerto de Islay?
El puerto de Quilca es una pequeña caleta que cumplió un papel fundamental para la economía arequipeña durante los primeros años de la República, permitió, además, vincular a la economía regional con el comercio mundial. En el embarcadero se encontraba instalada una aduana dedicada a cobrar los derechos de importación que se convirtieron en la principal fuente de ingresos para la tesorería de aquella época.
¿Qué factores legales y políticos contribuyeron a que en 1822 se incrementaran considerablemente las importaciones a través del puerto de Quilca?
Fue la concurrencia de varios acontecimientos, siendo los más importantes: primero, la caída de Lima en manos patriotas y, segundo, el traslado del gobierno virreinal a la ciudad del Cuzco a fines de 1821; lo que convirtió a la intendencia de Arequipa en la única puerta de ingreso al último virreinato de América, que se extendía desde el valle del Mantaro hasta Potosí. En tal situación, frente a la falta de ingresos, mercancías y armas, las autoridades virreinales del Cuzco decretaron la apertura comercial a navíos provenientes de diferentes países del mundo como Inglaterra, Francia y Estados Unidos; muchos de los cuales, habían estado prohibidos de comerciar en estas tierras a causa de la política exclusivista introducida por las autoridades españolas. Para controlar dicho comercio se habilitó Quilca como el principal puerto de la región.
¿Qué acontecimientos determinaron que en la época de la independencia confluyeran en Quilca los ejércitos patriotas?
Sobre todo, entre 1822 y 1823, el gobierno patriota establecido en Lima envió varias expediciones militares con destino a la costa arequipeña, que en aquella época se extendía desde Acarí hasta el río Loa, en el norte de Chile. Una de esas expediciones, tenía como objetivo ocupar la realista ciudad de Arequipa para asegurar el ingreso de las tropas patriotas a la región, así mismo para garantizar su segura salida se optó por la ocupación temporal del puerto de Quilca. En el ínterin, los patriotas podían aprovechar del nutrido comercio que se realizaba en el desembarcadero para poder obtener algunos ingresos y armas.
¿Qué nuevas investigaciones tiene usted bajo la manga?
Por el momento, estamos terminando de redactar el primer borrador de un libro acerca de la obra gubernativa del Libertador Simón Bolívar relacionada al departamento de Arequipa, que contiene también algunos detalles sobre su visita a la ciudad y un capítulo acerca de las razones o motivos que explican la resistencia y rechazo a dicho gobierno por parte de un sector de la élite local. Y para más adelante, tenemos planeado realizar una investigación acerca de los orígenes de la universidad de Arequipa. Muy conveniente, en vista que la UNSA está pronta a celebrar su bicentenario (1828 – 2028).
El libro es un valioso aporte sobre el proceso de evolución histórica del puerto de Islay y de los puertos que tuvo Arequipa que en su momento jugaron un papel importante como piezas fundamentales para integrar la economía regional en la nacional y de esta en el mercado internacional.
