El problema del Cusco
Por: Carlos Meneses
Arequipa ha sufrido más de una vez lo que ahora ocurre en el Cusco y la solución es dada con una visión inadecuada que Lima tiene de los asuntos de regiones y provincias. La mejor muestra es la obra paralizada en todo el país.
Cada vez que el Gobierno central interviene en un problema que compete a las regiones, lamentablemente se equivoca y eso es lo que está pasando con el atentado que sufren turistas que llegan al Cusco para conocer y visitar Machu Picchu. Es que siempre, en el fondo, hay un problema que el Gobierno central no analiza adecuadamente y el resultado está a la vista, hay millones de soles que se pierden porque los turistas no llegan a concretar su afán de conocer las ruinas que enriquecen nuestra tierra.
Es que no siempre los intereses son comunes y menos cuando el afán de los limeños es apropiarse de las soluciones en base a meter la mano en asuntos que no conocen. En Cusco ahora no está el ministro de Cultura que debería estar presente y no una ministra que no tiene a su cargo esa cartera sino otra y que, consecuentemente, no ha tenido respaldo en el Gobierno Regional del Cusco.
Las regiones y provincias deben estar facultadas para intervenir en problemas que les atañe y si no lo hacen el resultado es lo que está pasando en el Cusco.
Lo mismo ocurriría en Arequipa y es frecuente que haya habido problemas que no se resolvieron a tiempo porque demoraron en dar solución desde Lima o lo hicieron con una óptica capitalina, cuando se trata de problemas locales que deben discutirse y resolverse entre las municipalidades de cada lugar o lo consejos regionales.
La invocación que hacemos es que el Ejecutivo tenga muy en cuenta los intereses de las regiones y las provincias y no solo lo que le interese a Lima.
Hay desencuentros que no arreglan las dificultades que surgen porque el gobierno lo que quiere es llevar los recursos económicos para Lima, sin importarle lo suficiente y necesario para resolverlo localmente.
