Vandalismo en lo histórico
Por: Carlos Meneses
La hora del descentralismo ha llegado. El nuevo gobierno debe priorizar en primer lugar los intereses de los pueblos, de su historia y de sus reliquias.
Elementos técnicos y personales del Ministerio de Cultura de Arequipa están preocupados por las pintas que aparecen en edificios del Centro Histórico, incluida la Plaza de Armas, por parte de malos ciudadanos que obligan a invertir en limpieza de muros de sillar de inmuebles ubicados en el área tradicional de la ciudad y malogran el esfuerzo que se hace para que Arequipa luzca bella, presentable y bien tratada.
Es verdad que se hace lo posible por procurar detener estos afanes perversos, pero se ha llegado a extremos tales que ahora se utiliza métodos modernos de limpieza en nuestro tradicional sillar.
La Policía parece tener demasiado empeño en dedicar tiempo a la protección que se requiere en los muros de los monumentos de la zona histórica y hace bien la municipalidad cuando quiere empezar por la niñez para crear conciencia de lo bella que es Arequipa y de lo que hemos sentido siempre por nuestra ciudad y sus atractivos naturales o construidos.
Lo que debe estar ocurriendo en Arequipa es lo que ha venido sucediendo en el Cusco, el centralismo ignora totalmente a las regiones, provincias, a los monumentos que nos enorgullecen y se llevan todo el dinero a la capital a tal extremo que envían a dialogar con los gobiernos regionales a quienes no tienen competencia para bien hacer y mejor actuar en la solución de los problemas.
El caso de Cusco ha sido angustioso y negativo para los centralistas que decidieron enviar una ministra ajena al sector para que viera porqué los turistas se iban sin conocer Machu Picchu. En Arequipa parece estar pasando situación semejante y es preciso que esto se evite y hace bien la comuna por promover que sean los propios arequipeños, desde niños, quienes defiendan nuestras iglesias y todo lo que signifique la hermosura al pie del Misti.
