Por Jorge Turpo R.

Construcción debió concluir en marzo de 2025. Se detectó fallas estructurales en la colocación del acero y una deficiente custodia de materiales, como ladrillos almacenados en la vía pública. También halló un registro inadecuado del cemento. La obra cuesta más de S/ 12 millones y es ejecutada por el GRA.

CENTRO DE SALUD DE HUANCARQUI

La Contraloría General de la República halló serias deficiencias en la ejecución del proyecto “Mejoramiento de los servicios de salud del centro de salud de Huancarqui”, en la provincia de Castilla, Arequipa, obra que demandará una inversión de S/ 12,8 millones y que, pese a las ampliaciones y reinicios, se encuentra retrasada y con riesgos de afectar la atención médica a la población.

El informe de visita de control n.° 036-2025-OCI/5334-SVC, señala que la obra fue aprobada mediante resolución de la Gerencia Regional de Infraestructura en enero de 2024, con un presupuesto inicial de S/ 12 880 661,61 y un plazo de 360 días calendarios bajo la modalidad de administración directa.

La construcción empezó el 26 de marzo de 2024 y debió concluir en marzo de 2025, pero la realidad muestra una cadena de paralizaciones, ampliaciones y deficiencias que hoy comprometen su avance y la calidad de los trabajos.

El proyecto estuvo paralizado apenas 19 días después de iniciarse, en abril de 2024, debido a problemas de abastecimiento y a la decisión de intentar cambiar la modalidad de ejecución.

Se reanudó en octubre de ese mismo año, pero volvió a detenerse el 31 de diciembre de 2024 y luego en marzo de 2025, acumulando meses de retraso.

La Gerencia Regional de Infraestructura aprobó una ampliación de plazo de 188 días, fijando como nueva fecha de culminación el 24 de septiembre de 2025, la cual ya se encuentra vencida.

La Contraloría identificó cinco situaciones adversas que ponen en riesgo la continuidad y la calidad de la obra.

La primera de ellas son las deficiencias en la colocación del acero en vigas de cimentación y columnas, lo que compromete la resistencia del concreto armado y, en consecuencia, la durabilidad de toda la infraestructura.

Un segundo hallazgo apunta a la custodia inadecuada de materiales. El ladrillo adquirido se encuentra almacenado en la vía pública sin medidas de seguridad, lo que podría generar pérdidas o deterioro.

A ello se suma un deficiente control del cemento: no existe un registro adecuado de los movimientos de este insumo, lo que impide la trazabilidad y dificulta detectar diferencias o faltantes.

La cuarta observación se relaciona con el sistema eléctrico. El plazo del proyecto de utilización en media tensión, indispensable para garantizar el suministro eléctrico del futuro centro de salud, ya venció.

Esto significa que la obra corre el riesgo de no contar con energía a tiempo, retrasando su funcionamiento incluso si se concluye la parte física.

Finalmente, la Contraloría advierte un retraso injustificado en la ejecución, lo que afecta directamente a la población beneficiaria.

PACIENTES AFECTADOS

Actualmente, el centro de salud de Huancarqui opera en instalaciones inadecuadas. Durante la inspección se constató que funcionan en cuatro bloques, uno de los cuales fue declarado en emergencia por Defensa Civil. Se encontraron grietas en vigas y columnas, fisuras en muros, desprendimientos en techos y cables eléctricos expuestos.

El informe también da cuenta de la falta de personal clave en la obra. No se cuenta con maestro de obra desde hace meses.

Incluso, los intentos por cubrir la plaza resultaron fallidos. Uno de los trabajadores contratados sufrió un accidente grave y otro fue declarado no apto en el examen médico ocupacional.

Además, no se ha atendido el requerimiento de concreto premezclado y el vaciado se realiza de manera artesanal, con “trompos”, lo que afecta la calidad del proceso constructivo.

La precariedad también se refleja en el funcionamiento actual del centro de salud. Los encargados señalaron que se necesitan ambientes adicionales para consultorios de psicología y el programa “Etapas de Vida”, además de equipamiento médico que no existe, como ecógrafos.

Tampoco cuentan con suficientes vehículos para las visitas domiciliarias y seguimientos de pacientes.

La Contraloría concluye que los problemas detectados no solo ponen en riesgo la culminación oportuna y eficiente del proyecto, sino que ya están afectando a los ciudadanos.

Cada demora prolonga la espera de una infraestructura adecuada y expone a la población a condiciones deficientes en el actual establecimiento.

El informe, firmado el 26 de septiembre de 2025 por el equipo de supervisión, fue remitido al gobernador regional Rohel Sánchez para que, en un plazo máximo de cinco días hábiles, informe las medidas preventivas o correctivas adoptadas.

La entidad de control enfatiza que el objetivo es garantizar que los más de 12 millones de soles invertidos no terminen en un elefante blanco y que la obra cumpla su finalidad.

En tanto, el tiempo sigue corriendo y las advertencias se acumulan, mientras el centro de salud que debía ser la solución permanece inconcluso y la población continúa esperando.