Danna Felipe B.

Revaloremos nuestro voto. Sufragar es ante todo un derecho. Abre la posibilidad de poner en debate modelos, acciones, formas, proyectos, balances, sentidos y proyecciones.

No es nuevo que políticos intenten ganarse el cariño de la gente a través de regalos o actividades populares. Lo más lamentable es que lo logran porque tú lo permites. Nosotros no podemos dejar que sigan poniendo precios miserables a nuestro respaldo. Nuestra conciencia no está a la venta. El futuro de nuestro país no puede valer un polo, un táper y menos una raquítica comida.

El Mundial de Desayunos ha sido mal utilizado por más de una autoridad en busca de seguidores. “Es lo que jala gente” les dirán, y eso les importa más que lo que necesita la gente en realidad. Grupos de comunicación difunden primero las dádivas de nuestros congresistas en lugar de informar su trabajo legislativo.

Recientemente, el congresista por Arequipa, Esdras Ricardo Medina Minaya, repartió 10 mil panes con chicharrón. Según él, para demostrar que las autoridades peruanas sí son consecuentes con sus palabras. Sin embargo, cada vez hay más peruanos que no desayunan, mientras a legisladores y gobernantes mal asesorados se les ocurre celebrar a un streamer español.

“Como autoridad he salido en varios medios de comunicación, sobre todo en las redes. Entonces, como soy una persona pública y he hecho este compromiso de entregar 10 mil panes con chicharrón, he tenido que cumplir. Y no ha sido algo muy sencillo, ha sido muy complejo”, declaró Medina Minaya. Asimismo, reveló que le costó unos 20 mil soles de su sueldo, dinero que para cualquier congresista peruano es mínimo.

La gente en redes sociales quería ganar el torneo virtual y más de una autoridad se entretuvo votando, compartiendo y haciendo graciosos videos al respecto. En una realidad nacional en la que hay más pobreza y desnutrición, resulta irracional priorizar nuestro nombre. La gente necesita sentir el impacto del trabajo bien hecho en favor de todos. La gente no es tonta como lo quieren hacer ver algunos comunicadores tendenciosos.

No obstante, Esdras Medina niega que el objetivo de la actividad haya sido captar votos o mayor visibilidad. Primero, porque aduce que él ya resalta por su trabajo congresal. Y, segundo, porque no ha anunciado su postulación oficial, aunque tampoco descarta que pronto lo haga.

“Yo pertenezco a un partido político y hay instancias. Va a haber elecciones internas y estaremos en su debido momento dando el anuncio. Por lo pronto, creo que no podemos mezclar una cosa con la otra. Por eso en nuestra distribución solo se hace hincapié al reto del pan con chicharrón”, explicó.

A puertas de un año electoral es nuestra obligación revalorar nuestro voto, valorarnos nosotros mismos. Ridículas campañas estarán enfocadas en captarte a través de paupérrimos obsequios y mezquinos personajes no dudarán en ponerte el precio más bajo que puedan imaginar. Nadie vale un sánguche de 2 soles.

DEBEMOS RECORDAR

• Como en anteriores procesos electorales, en estos comicios se ha detectado que varios candidatos regalan objetos en sus actividades de campaña.
• Según la Ley Electoral y de Partidos Políticos, eso se considera clientelismo y está prohibido, porque se busca engañar al electorado y ganar su voto. 
• Fuentes expertas confirman que se trata de una estrategia, que si bien no es garantía del voto, es un reflejo de la forma en que la sociedad comprende el “hacer política”.

En matemáticas simples, lo repartido por este personaje cuesta apenas dos soles la unidad, los sánguches más baratos que pudo encontrar. Es cierto que el pan con chicharrón es delicioso y contundente, por ello su precio en los mercados y sangucherías no bajan de los 8 soles. Algunos asistentes también notaron que lo flaco del emparedado era más por cumplir que por otra cosa.