Sol peruano se fortalece frente al dólar por factores locales y externos
Desde finales de 2024 y durante 2025, el sol peruano registró una apreciación sostenida frente al dólar, impulsada por la combinación de factores globales y fundamentos locales. Al cierre de septiembre de 2025, la moneda peruana se fortaleció en 7.8 % respecto a la cifra base del 30 de diciembre de 2024. En comparación, el peso chileno se apreció en 3.1 % respecto al mismo periodo, el peso colombiano en 11.5 % y el peso mexicano en 10.2 %.
| Países | Cifra base (30 de Diciembre de 2024) 1 dólar equivale a | Apreciación al 30 de setiembre de 2025 | Cifra al 30 de setiembre de 2025 1 dólar equivale a |
| Perú | 3.77 soles | 7.8% se apreció | 3.48 soles |
| Colombia | 4,409 pesos colombianos | 11.5% se apreció | 3,901.29 pesos colombianos |
| México | 20.42 pesos mexicanos | 10.2% se apreció | 18.34 pesos mexicanos |
| Chile | 992.12 pesos chilenos | 3.1% se apreció | 961.24 pesos chilenos |
| Nota. Elaborado con información del BCRP, Banco de la República de Colombia, Banco Central de Chile, Banco de México, por el Dpto. De estudios económicos de la CCIA. |
El punto de partida de esta tendencia se dio el 18 de diciembre de 2024; fecha en el que la Reserva Federal de Estados Unidos recortó su tasa de interés; debilitando al dólar y generando un mayor flujo de capitales hacia economías emergentes. A ello se sumó la toma de mando presidencial en EE. UU. el 20 de enero de 2025 y la agenda comercial presentada por la nueva administración, factores que intensificaron la volatilidad y estimularon la búsqueda de activos y monedas alternativas.
En el caso peruano, la apreciación del sol se explicó tanto por ese contexto externo como por factores internos. Por un lado, el ingreso de divisas por exportaciones, especialmente de minerales y productos agroindustriales, elevó la oferta de dólares en el mercado local. Por otro, la prudente gestión del Banco Central de Reserva, junto con un marco macroeconómico sólido y reservas internacionales razonables, reforzó la confianza de los inversionistas. Estos elementos en conjunto respaldaron la apreciación cercana al 8 % observada en el período.
Por otra parte, al comparar los países de la Alianza del Pacífico, se observan diferencias claras en el comportamiento de sus monedas. En Colombia, que registró la mayor apreciación del grupo, ésta se explicó por una fuerte entrada de capitales y rendimientos atractivos en ciertos sectores de deuda. Además, el debilitamiento temporal del dólar tras la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por Moody’s (agencia crediticia), ayudó a impulsar la moneda local, según información de Reuters (Refinitiv Workspace / Universidad Católica de Santa María).
En México, el fortalecimiento del peso se sustentó en flujos de inversión extranjera, remesas y la expansión de la economía interna, mientras que la debilidad del dólar global favoreció su valorización, respaldada además por la prudente política de tasas del Banco de México.
En Chile, la apreciación fue moderada, influida por el alza del precio del cobre, su principal producto de exportación. La combinación de la fortaleza del cobre y el retroceso del dólar en los mercados internacionales permitió que el peso chileno se valorizara levemente, a pesar de la presión de la política arancelaria estadounidense sobre sus exportaciones, tal como reporta Reuters (Refinitiv Workspace / Universidad Católica de Santa María).

Cabe señalar que la apreciación de la moneda, si bien transmite solidez y abarata las importaciones, beneficiando a consumidores y empresas que dependen de insumos externos, también representa un desafío para los exportadores. Al recibir menos soles por cada dólar vendido, sus ingresos en moneda local se reducen. Por ejemplo, una exportación de USD 100 000 equivalía a 377 000 soles a fines de 2024; sin embargo, tras una apreciación de 8 % al cierre de setiembre de 2025, esa misma operación equivale a 347 600 soles, reduciendo márgenes si no se ajustan precios o costos.
En este contexto, las proyecciones para el tipo de cambio en el último trimestre de 2025 sugieren una ligera apreciación del sol. Según Bloomberg Línea, esta tendencia se apoya en fundamentos macroeconómicos sólidos, como cuentas externas equilibradas y una política monetaria prudente. Además, factores externos como el debilitamiento del dólar a nivel global y la expectativa de una política monetaria más expansiva por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos contribuyen a sostener la estabilidad de la moneda peruana.
Por último, es importante considerar que en el mediano plazo esta tendencia de apreciación podría modificarse. La proximidad del proceso electoral de 2026 suele introducir episodios de volatilidad en el mercado cambiario, como se apreció en 2020, generando presiones al alza sobre el tipo de cambio. De confirmarse este comportamiento, un escenario de leve depreciación del sol podría beneficiar parcialmente a las exportaciones, mejorando los ingresos en moneda local y atenuando el impacto que la apreciación actual tiene sobre los márgenes del sector.

