Por Jorge Turpo R.

La Contraloría detectó errores en la construcción del Centro de Salud de Cerro Verde que tiene un presupuesto de 27 millones de soles.

LE EXIGE RESPUESTA AL ALCALDE HARDIN ABRIL

La Contraloría detectó irregularidades y deficiencias técnicas en la ejecución del nuevo Centro de Salud de Cerro Verde, una inversión pública de 27 millones 650 mil soles que contempla la construcción de un edificio de tres niveles con consultorios, emergencias, patología y servicios auxiliares.

El informe de control advierte que esos problemas podrían comprometer la entrega y la seguridad de la obra.

El proyecto fue adjudicado al “Consorcio Vulcano” —integrado por Varick Construcciones SAC y A&M Contratistas— por un contrato inicial que se redujo mediante adendas hasta fijar un presupuesto de ejecución de S/ 25 506 523 (el costo total de la inversión, que incluye estudios, supervisión y control, suma los S/27,65 millones citados).

La supervisión quedó a cargo del “Consorcio Supervisor Uchumayo”, contrato que supera el millón de soles.

El primer hallazgo grave es de programación: aunque la valorización reporta un avance acumulado valorizado de S/ 4 612 103 (18.08%) frente a un programado de S/3 165 638 (12.41%), la Contraloría comprobó que partidas de la ruta crítica, cimentaciones, curado de concreto, losas macizas y la cisterna, están atrasadas o sin iniciar, lo que podría impedir la culminación dentro del plazo contractual y atrasar el inicio de funcionamiento del centro.

El segundo y quizás más preocupante hallazgo es de control de calidad. La comisión detectó segregación del concreto, una separación de agregados, cemento y agua que degrada la mezcla, en elementos estructurales claves como la columna C-03 y las placas PL-01 y PL-06 del Bloque 2.

Además, se observó acero corrugado de refuerzo vertical doblado hasta la fluencia, es decir, con deformación permanente, lo que pone en riesgo la resistencia y la durabilidad de la estructura.

Estas observaciones quedaron registradas en el acta de inspección de fines de septiembre de 2025.

La falta de cumplimiento con especificaciones técnicas no es un detalle menor: el expediente técnico exige concreto premezclado con resistencia para este tipo de edificios y colocación exacta del acero de refuerzo según planos.

La Contraloría señala que la ejecución no respeta esas normas y que, además, el residente y el supervisor de obra no habrían ejercido la dirección técnica y el control exigidos por contrato. Eso abre la posibilidad de responsabilidades contractuales y la aplicación de penalidades previstas.

El informe también documenta movimientos financieros y adelantos. El contratista solicitó un adelanto de materiales equivalente al 20% del contrato (S/ 5 101 304) y la entidad giró, en una primera entrega, S/ 2 550 652, monto que la Contraloría identifica en la documentación revisada.

Esa combinación de adelantos, valorizaciones y partidas cuantificadas, genera riesgo de sobrevaloraciones o de pagos por trabajos que no cumplen especificaciones si no hay control riguroso.

Según el propio documento, el contrato contempla mecanismos de corrección. La cláusula de calidad prevé la obligación de corregir trabajos mal ejecutados sin costo para la entidad y la aplicación de penalidades (por ejemplo, la referencia a 0.5 UIT por caso detectado aparece en el cálculo de sanciones).

Aun así, la Contraloría advierte que la ausencia de control podría traducirse en la ineficacia de esas sanciones y en perjuicios económicos y de seguridad.

El informe concluye con un llamado a la gestión del alcalde de Uchumayo, Hardin Abril. Le exige adoptar medidas preventivas o correctivas adoptadas o por adoptar frente a las situaciones adversas identificadas.

La advertencia es clara: sin acciones correctivas inmediatas, el proyecto corre el riesgo de retrasos, mayores costos y, lo que es más grave, una infraestructura que no garantice condiciones seguras para la atención de la población.

La Contraloría deja en evidencia que no basta con cifras de avance: la calidad de lo construido y la vigilancia técnica determinan si una obra millonaria servirá a su propósito. En Uchumayo, el reto ahora es poner en obra esa vigilancia antes de que el centro de salud quede, literalmente, en peligro por las deficiencias y la improvisación.