Cambio de presidente no impidió que firmen contrato con Japón para Majes I
Por Jorge Turpo R.
El proyecto de la puesta a punto de la infraestructura hidráulica tendrá una inversión de más de US$ 530 millones.
ROHEL SÁNCHEZ RESPALDA A NUEVO MANDATARIO
La crisis política en el país volvió a chocar con las grandes obras nacionales, pero esta vez no logró detener una decisión clave para el sur del Perú. Pese a la vacancia de Dina Boluarte y a la reciente asunción del nuevo presidente José Jerí, el Gobierno firmó el contrato Estado a Estado con Japón para la puesta a punto del proyecto Majes Siguas I.
El acuerdo garantiza la modernización del sistema hidráulico que riega actualmente 16 mil hectáreas agrícolas en Arequipa y permitirá recuperar su capacidad original para sumar otras 8 mil hectáreas productivas.
La ceremonia oficial se realizó en el campo ferial Cerro Juli y marcó un punto de inflexión. Por primera vez, desde que estalló la crisis política en Lima, una obra de infraestructura estratégica continuó su curso sin verse paralizada por un cambio de gobierno inesperado.
El gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, participó del acto público junto al embajador de Japón en el Perú, Yamamoto Tsuyoshi, y el todavía ministro de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Ángel Manero Campos.
Sánchez fue breve pero directo al referirse a la coyuntura nacional. “Desde la región demandamos que se cumplan los compromisos asumidos y se den los presupuestos que ya están comprometidos por ley. Sobre todo, que se garanticen elecciones transparentes”, declaró, reconociendo implícitamente a José Jerí como nuevo presidente de la República.
El gobernador insistió en que “el país necesita estabilidad mínima para avanzar proyectos que no son del gobierno de turno, sino políticas de Estado”.
JAPÓN ASUME OBRA
En el marco del acuerdo G2G (Gobierno a Gobierno), Japón asumirá la responsabilidad de la asistencia técnica integral para la fase de puesta a punto de Majes Siguas I.
Se trata de una alianza estratégica que permitirá incorporar estándares internacionales de ingeniería hidráulica y reducir los riesgos técnicos acumulados durante años por falta de mantenimiento.
El ministro Ángel Manero destacó que cinco potencias mundiales participaron en la convocatoria internacional lanzada en noviembre pasado, pero fue Japón quien obtuvo la mejor calificación técnica.
“Este proyecto es clave no solo para Arequipa, sino para la soberanía alimentaria del país”, sostuvo.
El acuerdo contempla una inversión superior a los 531 millones de dólares y un plazo de ejecución estimado en 5 años y 3 meses.
La meta principal será garantizar el transporte de agua desde la cuenca del Colca hasta la Pampa de Majes, rehabilitando los 88 kilómetros de túneles, 13 kilómetros de canales y la represa de Condoroma, infraestructura construida hace más de 40 años que hoy enfrenta riesgos estructurales.
La intervención incluirá automatización de compuertas, reparación de filtraciones, reforzamiento de túneles y sistemas de control digital para optimizar el riego presurizado.
Según cifras oficiales del Midagri, la fase de puesta a punto generará más de 33 mil empleos directos y otros 20 mil indirectos durante su ejecución.
Además, permitirá asegurar el riego permanente de 16 mil hectáreas productivas actualmente en manos de pequeños agricultores y habilitar otras 8 mil hectáreas que elevarán la frontera agrícola del proyecto a su diseño original de 24 mil hectáreas.
Los cultivos priorizados serán de exportación: uva, palta, páprika y alcachofa, pero también se reforzará el riego en parcelas dedicadas a producción de alimentos para el mercado interno.
“Lo importante es que Majes I ya no puede esperar. Diez años de postergación han golpeado la competitividad agrícola del sur”, afirmó Manero Campos.
El embajador de Japón en Perú aseguró que esta alianza es «un nuevo capítulo en la cooperación entre Japón y el Perú», recordando que su país apoyó décadas atrás otros proyectos hidráulicos estratégicos como Tinajones y Gallito Ciego en el norte peruano.

¿Y MAJES II?
Aunque esta firma representa un avance concreto para Majes Siguas I, también reaviva las expectativas sobre Majes Siguas II, proyecto paralizado desde hace más de una década y cuestionado por su diseño técnico y conflictos sociales en el Valle del Colca.
Consultado sobre si el contrato con Japón podría allanar el camino para reactivar Majes II, el gobernador Rohel Sánchez respondió con cautela: “Hoy estamos resolviendo las bases. Mientras no aseguremos la sostenibilidad hídrica y la transparencia técnica, Majes II seguirá en debate”.
El ministro Manero, sin embargo, adelantó que la modernización de Majes I es un requisito para la futura ampliación agrícola del proyecto integral.
“Creemos en un avance progresivo, seguro y técnicamente sólido. Una vez garantizado el sistema hidráulico, Majes Siguas II tendrá mejor viabilidad”, señaló.
La firma del contrato con Japón se concretó en medio de una transición presidencial y con un gabinete aún por definirse. Analistas coinciden en que la continuidad del proyecto puede interpretarse como un mensaje de estabilidad hacia los inversionistas.
Pero también expone una paradoja recurrente en Perú: los grandes proyectos sobreviven no gracias al Estado, sino a pesar de él.
Aún no está claro si el gobierno de José Jerí priorizará Majes Siguas como un proyecto estratégico nacional. Pero este primer movimiento técnico y diplomático le da oxígeno político y financiero a Arequipa, que llevaba años reclamando acción concreta.
Por ahora, la obra ha sorteado la inestabilidad. Pero su ejecución real dependerá de algo más que ceremonias y memorandos. Dependerá de decisiones políticas sostenidas y de un gobierno que entienda que infraestructura es desarrollo, pero también es Estado.
Majes Siguas I ha vuelto a respirar. Falta que el país también lo haga.
