Un profesional del taxi sabe que su trabajo es más que transportar personas
El servicio va desde un saludo hasta donde pueda satisfacer a su pasajero.
Redacción Diario El Pueblo
Una señorita abordó un taxi la noche del martes 14 de octubre, en la Plaza España, con dirección a Paucarpata. Con ella llevaba un folder. Dentro de este, un libro, un lapicero y un documento muy importante para ella. La joven no se percató, pero al bajar, el documento ya no estaba en su lugar.
Agradeció al señor taxista y cerró la puerta del vehículo. Un hombre que fue un profesional con ella desde el principio. Le ofreció un precio justo por la ruta, el automóvil estaba limpio y él era amable. Se notó que sabía hacer su trabajo. Pero todavía no podemos decir «hasta el fin», pues ni él sabía que pronto tendría que volver.
La señorita entró a casa y se dio cuenta de que le faltaba el documento. Hizo lo que todos hacemos cuando no encontramos algo en su lugar; revisó el folder una y otra vez. Negó la realidad por un rato y, después, no pudo evitar que las lágrimas cayeran por su rostro. La angustia la consumió. Necesitaba ese documento para mañana. Admitió a sus adentros que fue descuidada, se culpó y pensaba qué podía hacer.
De pronto, el timbre sonó y, dada la situación, molesta abrió la puerta, pero qué cambio más radical sufrió su rostro cuando vio que era el señor taxista con el documento en la mano. Sintió un alivio inmenso. No recuerda cuántas veces dijo “gracias” y cómo el señor solo le respondía que no se preocupara, que estaba para servir. Ambos se dieron las buenas noches; una se fue a descansar tranquila y el otro a seguir trabajando.
Puede que muchos no entiendan por qué el taxista volvió, pues creen que si no se trata de dinero o de un dispositivo electrónico, lo perdido no tiene valor. Eso no es así. Aquí lo que se busca reconocer es la sensibilidad que solo un verdadero profesional del taxi tiene. El señor encontró el documento, lo leyó claramente y concluyó que era importante para su pasajera y por eso regresó. Actuó correctamente.
Más taxistas como él merece Arequipa.
