Educación cívica y confianza electoral
Por: Carlos Meneses
La democracia no se impone: se educa, se practica y se defiende. Y este convenio es, sin duda, un paso firme en esa dirección.
El reciente convenio entre el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y la Asociación Civil Transparencia constituye una señal alentadora en el horizonte político del país, especialmente cuando el Perú se encamina hacia las elecciones generales de 2026. En tiempos en que la desconfianza ciudadana en las instituciones alcanza niveles preocupantes, este acuerdo representa un esfuerzo conjunto por devolver credibilidad y sentido de pertenencia a la democracia.
El pacto, que busca promover la educación cívica y la integridad electoral, llega en un momento oportuno. La desinformación, la apatía política y el debilitamiento del voto informado son fenómenos que amenazan directamente la legitimidad de los procesos electorales. Fortalecer el conocimiento ciudadano sobre sus derechos, el valor del voto y la transparencia del sistema es un paso esencial para reconstruir la confianza en las urnas.
No se trata solo de organizar elecciones limpias, sino de educar a una ciudadanía crítica y participativa. La democracia no se sostiene únicamente en normas ni en instituciones, sino en el compromiso de los ciudadanos con la verdad, la justicia y la responsabilidad cívica. Que el JNE y Transparencia unan esfuerzos para capacitar a voluntarios, impulsar observación electoral y difundir información oficial y precisa, es una apuesta por el empoderamiento ciudadano frente al ruido político y la manipulación.
El desafío es grande. A meses de que empiece el calendario electoral, el país necesita recuperar la confianza en que su voto tiene valor y consecuencia. Las campañas de educación cívica deben llegar especialmente a los sectores más alejados, donde la información es escasa y las promesas políticas suelen reemplazar al debate programático.
El compromiso expresado por el presidente del JNE, Roberto Burneo Bermejo —“arbitrar con imparcialidad, fiscalizar y educar”— y por el titular de Transparencia, Álvaro Henzler —“trabajar unidos para fortalecer la democracia”— debe traducirse en acciones concretas, medibles y sostenibles.
El Perú no puede permitirse otro proceso electoral marcado por la polarización, la desinformación y la duda sobre sus resultados. La tarea de educar y formar conciencia cívica es tan importante como garantizar la transparencia del conteo. Solo una ciudadanía informada y vigilante podrá sostener un sistema democrático sólido, capaz de resistir las tentaciones del autoritarismo y la manipulación.
