Sector manufactura registró un crecimiento de 3.6% en Arequipa
A finales de 2024, la producción manufacturera peruana retomó un comportamiento favorable, consolidando su recuperación tras los retrocesos registrados el año anterior.
MAYOR ESTABILIDAD PRODUCTIVA
Durante el cuarto trimestre, el sector creció 7 %, impulsado principalmente por la expansión del subsector manufacturero primario, en especial por la mayor producción pesquera y agroindustrial. La disponibilidad de materia prima, el incremento de la demanda externa y la normalización de las operaciones industriales favorecieron este desempeño, permitiendo que la manufactura cierre 2024 con resultados sólidos y sostenidos.
No obstante, al inicio de 2025, el ritmo de crecimiento comenzó a moderarse. En el primer trimestre, la tasa se redujo a 4 % y en el segundo trimestre a 2 %, reflejando una desaceleración asociada a la menor producción en ramas no primarias, como plásticos, muebles y materiales de construcción, que dependen directamente del dinamismo del mercado interno.

Aun así, el sector manufacturero logró mantener cifras positivas gracias al desempeño de actividades vinculadas a los recursos naturales y a la exportación de productos intermedios, como derivados pesqueros y minerales procesados. Es por ello que se prevé que la industria atraviese una fase de menor expansión, condicionada por factores estructurales, entre ellos la incertidumbre política y la lenta modernización tecnológica.
Por otro lado, la actividad manufacturera en Arequipa mantuvo la trayectoria de recuperación observada a nivel nacional desde finales de 2024, consolidando una tendencia de mejora luego de un 2023 marcado por fuertes retrocesos productivos. Durante aquel año, el sector enfrentó caídas continúas debido a la debilidad del consumo interno, el encarecimiento de insumos y la menor actividad en la construcción y agroindustria, factores que limitaron la capacidad operativa de muchas empresas locales. No obstante, el cierre de 2024 mostró un cambio de escenario, con una variación positiva de 1,3 % en el cuarto trimestre, impulsada por la reducción de costos productivos y una recuperación gradual de la demanda.

Ya en 2025, la manufactura regional reforzó ese crecimiento, registrando incrementos de 0,7% y 3,6% en los dos primeros trimestres, respectivamente. Este avance respondió a una mayor estabilidad productiva, apoyada en la recuperación de la agroindustria, el dinamismo del mercado interno y la normalización del suministro energético. La incidencia positiva de ramas como alimentos, bebidas y materiales de construcción fue determinante, reflejando la reactivación del consumo local y la inversión privada en proyectos menores. Es por ello que estos resultados confirman que el impulso iniciado en 2024 no fue coyuntural, sino parte de una etapa de reactivación estructural, en la que la manufactura arequipeña se consolida como un sector fundamental para el crecimiento económico regional.
Asimismo, al analizar la variación por ramas de actividad, se observa que la manufactura arequipeña presentó un comportamiento diferenciado durante 2025. La manufactura primaria creció 5.4%, impulsada principalmente por el notable desempeño de la industria pesquera, que registró incrementos extraordinarios en la producción de conservas y pescado congelado (323.9 %) y de harina y aceite de pescado (184.1 %), favorecida por una temporada de pesca más intensa y una mayor demanda exportadora. En contraste, la manufactura no primaria retrocedió 3.6%, afectada por la menor producción de productos lácteos (-10.6%), hilatura de fibras textiles (-12.4%) y bebidas no alcohólicas (-2.2%), rubros vinculados principalmente al consumo interno. Pese a esta dinámica contrastante, destacan las prendas de vestir (4.2%), que mostraron señales de recuperación asociadas al dinamismo del comercio y la diversificación de la oferta textil local.
En conjunto, estos resultados confirman que el crecimiento manufacturero de Arequipa aún mantiene una dependencia significativa de las actividades primarias y exportadoras, mientras que las ramas orientadas al mercado interno avanzan con mayor cautela. Finalmente, la consolidación de una recuperación sostenida requerirá fortalecer la innovación, la productividad y la articulación entre los distintos segmentos industriales, de modo que la expansión del sector se sustente en bases más amplias y equilibradas.

