IA y desinformación electoral: ¿Perderemos la democracia en 2026 por un clic?

Por: Alicia Barco Andrade – Comunicadora, docente, empresaria y política.

Tuve el inmenso privilegio de participar como expositora en la II Jornada Regional de Jóvenes Constitucionalistas de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), y la experiencia me confirmó una verdad esperanzadora: el futuro de nuestra República se está gestando en las aulas, bajo el liderazgo de sus estudiantes.

Mi ponencia, «Inteligencia Artificial, Desinformación Electoral y Humanismo Digital», abordó la crisis de la ciberdemocracia, demostrando que la IA ha industrializado la falsificación y ha puesto fin a la era de la evidencia visual. Este no es un debate abstracto, es un desafío inmediato que impactará de lleno las carreras de los jóvenes abogados que hoy se forman en Chiclayo.

-El Semillero: Forjando Líderes contra el Algoritmo

Lo que la USAT y su Centro de Estudios Políticos y Gestión Pública (CEPGEP) están haciendo con este «Semillero de Jóvenes Constitucionalistas» es fundamental: están formando la reserva ética y legal que el Perú necesita para no sucumbir ante el autoritarismo digital.

En la era del Descarte Automatizado y el Social Scoring, el Humanismo Digital exige que el abogado del futuro sea, ante todo, un defensor de la persona y de la dignidad humana. Estos jóvenes no solo aprenden el artículo 1 de la Constitución; aprenden a ser el cortafuegos ético contra los algoritmos que buscan anular la autonomía individual.

-El valor de estas jornadas radica precisamente en:

Promover el pensamiento crítico: Desafiar la narrativa de que «la tecnología es neutral». Estos futuros líderes aprenden a identificar el sesgo algorítmico, entendiendo que si la IA es un «espejo sucio» de nuestra historia, la ley debe limpiarlo.

Fomentar la proactividad legal: En lugar de reaccionar al caos, el Semillero se adelanta proponiendo soluciones como la Ley de Trazabilidad y Autenticidad Digital (L.T.A.D.E.) y la necesidad de una Carta de Nuevos Derechos Digitales en nuestra Carta Magna.

Restaurar la conciencia: Como mencioné, «el costo de la indiferencia es alto». Espacios como este enseñan que el poder real reside en el ciudadano que piensa antes de compartir. Un clic reflexivo es el acto de defensa más poderoso contra la IA manipuladora, es un acto de soberanía digital.

-La sabiduría es la resistencia

El reto es migrar de la mera «data» al conocimiento, y del conocimiento a la sabiduría. Solo la sabiduría nos hace resistentes al engaño. Es por ello que la labor de la USAT no se limita a formar profesionales, sino a forjar líderes íntegros y conscientes, capaces de humanizar el propósito de la tecnología.

El Semillero de Jóvenes Constitucionalistas de la USAT es la cantera de la ciberdemocracia que Perú necesita. En sus manos está garantizar que la dignidad humana siga siendo el fin supremo, tanto en el mundo físico como en el virtual.

Nos enfrentamos a una realidad acelerada: la digitalización forzosa expuso nuestra vulnerabilidad ante la información manipulada, generando un estado de «infotoxia e infodemia». En este vacío de confianza, donde «el poder es móvil y fugaz», la tecnología sin ética impone sus propias reglas.

No podemos detener el avance de la tecnología, pero sí debemos humanizar su propósito. La batalla final no es entre sistemas operativos; es entre la inteligencia humana y la inteligencia artificial deshumanizada. El poder reside en el ciudadano que piensa antes de compartir. Un clic reflexivo es el acto de defensa más poderoso contra la IA manipuladora, es un acto de soberanía digital.

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