SCHEHERAZADE  SORPRENDIÓ EN AREQUIPA

Por Julio Lopera Quintanilla. (*)

En estos días, se presentó en nuestra ciudad la inigualable creación artística de uno de los mayores compositores y orquestadores de todos los tiempos, la obra musical Scheherazade que el genial maestro ruso Nikolai Rimsky Korsakov compuso en 1888  inspirándose en el cuento marco, en el primer cuento del libro “Las mil y una noches”.

En la obra el maestro representó musicalmente la narración de la historia de Scheherazade y el universo ficcional que en el cuento construía una de las esposas del sultán de Persia quien contaba al monarca diversos cuentos estimulando gran expectativa en el rey.

La obra del ruso es una de las piezas más importantes del género programático, un género musical que evoca o intenta representar musicalmente una historia, idea o emoción; en este caso una historia.

El pasado lunes 20 de octubre en el templo de la Tercera Orden Franciscana, la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de San Agustín, dirigida por la maestra María del Pilar Lopera Quintanilla, presentó un concierto sinfónico dedicado a la Suite Sinfónica Scheherazade. La Orquesta Sinfónica de la universidad está compuesta por 65 músicos, entre estudiantes, egresados y docentes de la Escuela Profesional de Artes. El concierto fue un éxito total, con un auditorio totalmente lleno. Se tuvo la participación especial del arpista español David Fernández Souza y destacó la participación de los violinistas solistas Cesar Apaza Choque, Sami Flores Zegarra, Jimena Castillo Sancho y Leonardo Mamani Delgado.

Nikolai Rimsky Korsakov, el creador de esta obra, es un eminente compositor y un genial orquestador descriptivo. Nació en Novgorod, Rusia, el 6 de marzo de 1844. Tuvo, desde niño, un amor apasionado por la música y un cariño entrañable por el mar. Cuando tenía 12 años, su familia se trasladó a la ciudad de San Petersburgo. A los 15 años de edad, aprendió a tocar el  piano y los fundamentos de la composición.

En 1856, ingresó a la Escuela Naval donde realizó sus estudios militares, paralelamente estudió música en la misma escuela teniendo  como maestros a Milly Balakirev y Fiodor Kanille, aunque gran parte de su formación musical fue autodidacta. Se graduó de la Escuela Naval en 1862.

Fue profesor de Composición e Instrumentación en el Conservatorio  de San Petersburgo donde tuvo como discípulos a Stravinski y a Prokofiev.

Entre sus obras más importantes se menciona sus piezas orquestales, “Sherehezade” la obra que nos ocupa y “Capricho Español”. También compuso su gran obertura “La Gran Pascua Rusa”, y sus óperas “La Doncella de las Nieves” y “El Gallo de Oro”.

Rimsky Korsakov formó parte del Grupo de Los Cinco con Cesar Cui, Alexander Borodin, Mili Blakirev y Modest Mussorgsky, quienes se juntaron en la década de 1860 con el propósito de crear una verdadera escuela nacional que no tuviera el influjo de la ópera de Italia, el lieder de Alemania así como el de otras formas musicales de la Europa Occidental.

EL programa de la obra dice así: “El sultán Schakhriar, convencido de que todas las mujeres son falsas e infieles, juró ejecutar a cada una de sus esposas después de la primera noche de bodas. Pero Sheherazade salvó su vida entreteniendo al sultán con fascinantes historias, durante mil y una noches.

El sultán, consumido por la curiosidad, pospuso día tras día la ejecución de su esposa y finalmente repudió por completo su sangrienta promesa.

La obra caracterizada por la utilización de melodías influenciadas por  la música oriental y una instrumentación colorida y deslumbrante tiene cuatro movimientos:

En el primero, titulado “El mar y el barco de Simbad”, la música evoca las olas del mar, el soplido del viento y el naufragio del barco contra una roca.

En el segundo, titulado “El príncipe Kalender”, se representa la historia de un príncipe que se convierte en un monje, profesa votos de pobreza, castidad y obediencia, un joven de personalidad tímida, seria y algo burlón. Presenta melodías evocadas en los solos de clarinete y fagot.

En el tercer movimiento, titulado “El joven príncipe y la princesa”, se representa la sección más hermosa, romántica y expresiva de la obra, en esta hay una cautivadora canción de amor.

En el cuarto y último movimiento se denomina “La Fiesta de Bagdad se representa al barco de Simbad cuando se estrella contra las olas”. Este movimiento tiene muchas pequeñas secciones y contrastantes, pero en general es enérgico y vivo.

Se representa también el momento en el que el Sultán entra en la alcoba y Sheherazade comienza su relato con la narración de una fiesta oriental llena de vida y color, reflejando en el pasaje virtuoso de la orquesta los bailarines, trajes lujosos, perfumes y la música oriental.

Participó el arpista español David Fernández Souza.

Regresan después los temas de los movimientos anteriores, todos llenos de una energía que mantiene el ritmo de la fiesta, nos hacen recordar a todos los personajes de los relatos y finalmente, la orquesta nos transporta a la cubierta del barco de Simbad, ahora en medio de un terrible temporal de olas gigantescas que lo precipitan contra las rocas.

Finalmente se escucha el leitmotiv de Sheherazade que nos llama desde el fantástico mundo que ha creado, luego se escucha el tema del Sultán, pero esta vez suave, gentil y enamorado, pues ha renunciado a su terrible propósito.

Rimsky Korsakov uno de los más grandes genios de la música programática supo representar admirablemente la historia de Scheherazade y sus ficciones, una hermosa historia del libro de “Las Mil y una Noches”, una colección de cuentos extraordinarios de origen hindú, árabe y persa compilados en el siglo IX para el deleite de los que gustan de la buena literatura, y en este caso, de la buena música.

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