POR RECONSTRUCCIÓN DEL IREN SUR Y GOYENECHE

Hospital de referencia enfrenta déficit estructural de equipos, infraestructura y personal. Dirección prepara plan de contingencia ante la mayor demanda de atención.

El Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza (HRHD), el principal centro de referencia del sur del país, se prepara para asumir una mayor carga de pacientes debido a las próximas reconstrucciones del Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas del Sur (Iren Sur) y del hospital Goyeneche. Ambas obras son necesarias, pero mientras duren, la presión recaerá sobre un hospital que ya opera al límite de su capacidad.

Actualmente, el Honorio Delgado enfrenta una serie de deficiencias que van desde la falta de equipamiento, el deterioro de su infraestructura hasta la escasez de personal médico y técnico. Esta situación genera preocupación, pues ante el cierre parcial o total de servicios en los otros hospitales, miles de pacientes podrían trasladarse hacia el HRHD en busca de atención.

«Los problemas del Honorio Delgado son realmente agudos y crónicos. Difícilmente podremos resolverlos todos ahora, pero estamos priorizando aspectos clave como el incremento de camas, las mejoras en el acceso y la seguridad del hospital. A estas alturas del año, la asignación presupuestal ya está comprometida, así que resolveremos problemas menores con los recursos que aún tengamos», explicó el director del hospital, Rodrigo Cruz Tagle.

PLAN DE CONTINGENCIA

La dirección del nosocomio informó que, ante el escenario que se avecina, ya se trabaja en un diagnóstico para determinar cuántos pacientes adicionales recibirán y en qué servicios se sentirá más el impacto. Con esa información, se busca diseñar un plan de contingencia integral que permita garantizar la continuidad de las atenciones y evitar el colapso de áreas críticas como Emergencia, Cirugía, Medicina Interna y UCI.

«Necesitamos datos precisos del flujo de pacientes que hoy absorben el Iren Sur y el Goyeneche, y cuánto de esa demanda podría derivarse hacia nosotros. Con esa proyección podremos definir si se requiere ampliar turnos, habilitar nuevos ambientes o reforzar determinados servicios», añadió Cruz Tagle.

El funcionario recordó que el hospital atiende no solo a Arequipa, sino también a pacientes provenientes de regiones vecinas como Puno, Moquegua, Cusco y Tacna, por lo que cualquier incremento en la demanda tiene un efecto inmediato en la capacidad operativa del establecimiento.

DÉFICIT ESTRUCTURAL Y PROYECTOS PENDIENTES

El Honorio Delgado cuenta actualmente con 380 camas hospitalarias, pero su ocupación supera el 95 % de manera permanente. Además, muchos de sus equipos médicos tienen más de una década de uso, lo que complica la atención en áreas críticas como Radiología, Laboratorio y Cuidados Intensivos.

El director precisó que se viene gestionando ante el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) la reposición y adquisición de equipamiento médico mediante la modalidad de obras por impuestos (OxI). Esta figura permitiría acelerar las inversiones necesarias sin esperar el ciclo presupuestal ordinario.

«Tenemos 16 proyectos priorizados que comprenden desde la renovación de camas hospitalarias y equipos de diagnóstico hasta la mejora de los sistemas eléctricos y sanitarios. La semana pasada tuvimos una primera reunión con la Oficina de Logística del GRA y hoy tendremos una segunda cita para dar seguimiento. Hemos acordado reuniones semanales para no perder el ritmo», indicó Cruz Tagle.

REFUERZO DE PERSONAL Y ATENCIÓN PRIMARIA

Otro de los desafíos del hospital es la falta de personal. Aunque se cuenta con alrededor de 1 700 trabajadores, la plantilla resulta insuficiente para la demanda actual, sobre todo en especialidades como anestesiología, enfermería, pediatría y medicina interna.

Por ello, desde la dirección se evalúa solicitar al Gobierno Regional y al Ministerio de Salud la contratación temporal de personal de apoyo mientras dure la reconstrucción de los otros dos hospitales. Además, se busca fortalecer la articulación con los centros de salud periféricos y postas médicas para que asuman parte de los casos leves o ambulatorios.

«No podemos recibir todo tipo de casos en el Honorio Delgado. Si no se refuerzan los niveles de atención primaria, el hospital volverá a colapsar. Necesitamos una estrategia conjunta con la Gerencia Regional de Salud para derivar adecuadamente los casos y optimizar los recursos», puntualizó el director.

A pesar de las limitaciones, Cruz Tagle expresó confianza en que el proceso de reconstrucción hospitalaria que se avecina —tanto en el Iren Sur como en el Goyeneche— puede representar una oportunidad para replantear el sistema hospitalario regional.

«Si trabajamos de manera coordinada, este puede ser el momento de consolidar una red hospitalaria moderna, con roles claros y capacidad real de respuesta. Pero si cada hospital actúa por su cuenta, el problema se agravará», advirtió.

Mientras tanto, el Honorio Delgado se alista para una etapa de máxima exigencia. La dirección busca sostener los servicios esenciales y asegurar que, pese a las carencias, la población no se quede sin atención médica en los meses más críticos de la transición.