Impulsan “cinturón verde” para proteger la ecología y volcanes

José Vásquez Allasi, especialista en gestión medioambiental.

La Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) ha dado un paso importante hacia la sostenibilidad urbana al aprobar la creación de una mesa técnica encargada de implementar un “cinturón verde” que limite la expansión de la ciudad hacia las faldas de los volcanes Misti, Pichupichu y Chachani.

El proyecto, según explicó José Vásquez Allasi, especialista en gestión medioambiental de la MPA, busca ordenar el crecimiento urbano y proteger zonas de alto riesgo ante una eventual erupción volcánica.

El “cinturón verde” se perfila como una franja ecológica que servirá tanto de barrera natural como de espacio de recreación para los ciudadanos. Además de frenar la ocupación irregular, esta iniciativa pretende crear áreas de vegetación capaces de mejorar la calidad del aire, generar oxígeno y ofrecer nuevos espacios de encuentro comunitario.

Uno de los objetivos es proteger la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca, una zona ecológica vital que ha sido afectada en los últimos años por la expansión descontrolada de la población arequipeña. “Queremos que la ciudadanía comprenda que no podemos seguir creciendo hacia las faldas de los volcanes”, enfatizó Vásquez.

La mesa técnica será la encargada de delinear los aspectos operativos del proyecto antes de iniciar las labores de forestación. Sus tareas incluyen definir las zonas de intervención, elegir las especies de árboles más adecuadas, planificar el abastecimiento de agua y analizar los mapas de riesgo volcánico para evitar la ocupación de áreas peligrosas.

Aunque todavía no se ha determinado la extensión total del cinturón verde, se espera que el trabajo de planificación culmine hacia mediados del próximo año. La iniciativa cuenta con el respaldo de entidades como Serfor, Indeci, Sernanp y los colegios profesionales de la región, que aportarán conocimientos técnicos y logísticos para garantizar su éxito.

La creación de pulmones ecológicos permitirán mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad de vida urbana. En las zonas áridas de la periferia contribuirá a reducir la contaminación, regular la temperatura local y ofrecer espacios naturales para la educación ambiental y el turismo sostenible.

De manera complementaria, la municipalidad inició un programa de biohuertos escolares en los centros educativos nacionales, con el propósito de fomentar la conciencia ambiental desde la infancia. Vásquez destacó que esta labor permitirá que los estudiantes comprendan la relación entre los alimentos, la tierra y el cuidado del entorno.

El empadronamiento de biohuertos permitirá identificar a los colegios más comprometidos con la sostenibilidad. Algunos, como un centro educativo en el distrito de Yura, ya cultivan hortalizas y frutales, demostrando que la educación ambiental puede integrarse con éxito a la práctica agrícola.

Con estos proyectos, Arequipa busca consolidarse como una ciudad que combina el crecimiento urbano con la responsabilidad ambiental.

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