Por Germán Yuca Ch.

Desde noviembre, la Gerencia Regional de Salud (Geresa) procederá con la clausura de las piscinas que operen sin acreditar el cumplimiento de los requisitos sanitarios. Tras culminar el plazo otorgado para el levantamiento de observaciones, personal de la Dirección de Salud Ambiental realizará inspecciones inopinadas para verificar el estado de más de 50 piscinas que registraron observaciones en una inspección inicial.

ASISTENCIA MÁSIVA POR ALTAS TEMPERATURAS

En la región Arequipa existen aproximadamente 110 piscinas públicas y privadas de uso colectivo. De esa cifra, solo el 25 % cumple con todos los requisitos sanitarios para ser consideradas saludables, otro 25 % se encuentra en etapa de mejora y el 50 % restante fue observado por la falta de algún componente sanitario clave. Todas fueron inspeccionadas durante el transcurso del año y contaron con un periodo para subsanar las observaciones.

En la mayoría de piscinas observadas, un operario se encarga manualmente del abastecimiento de cloro, lo que genera deficiencias en la dosificación. Además, ante la alta concurrencia de bañistas, cada piscina requiere un sistema de recirculación del agua, motivo por el cual la Geresa exige la instalación de un sistema automático de filtración y desinfección. La implementación de este sistema constituye la principal dificultad para obtener la acreditación de “piscina saludable”.

«Aquellas piscinas que hayan hecho caso omiso al levantamiento de observaciones advertido por la Geresa serán clausuradas temporalmente. Si el administrado insiste en su posición, realizaremos un cierre definitivo en beneficio de la población. (…) Confiamos en que las piscinas observadas hayan levantado las observaciones y solo les falte presentar la documentación pertinente», expresó Marcia Vargas Palacios, encargada de Vigilancia Sanitaria en la Geresa.

El plazo otorgado para la subsanación de observaciones venció en septiembre. Sin embargo, la Geresa lo extendió hasta finales de octubre para permitir que la totalidad de las piscinas observadas logren la regularización. Desde mañana, lunes 3 de noviembre, personal fiscalizador de la Dirección de Salud Ambiental realizará inspecciones inopinadas a nivel regional para constatar el cumplimiento de los criterios sanitarios.

La especialista subrayó que el agua contaminada puede ocasionar enfermedades gastrointestinales (diarrea), infecciones de piel (como erupciones cutáneas), infecciones de oído (otitis externa), respiratorias y oculares (conjuntivitis). Estas enfermedades se transmiten a través del agua contaminada por gérmenes, como bacterias, virus y parásitos, y pueden propagarse al ingerir, inhalar o tener contacto con el agua.

PISCINA SALUDABLE

De acuerdo con el Reglamento Sanitario de Piscinas D.S. 007-2003-SA, para ser considerada saludable una piscina debe acreditar el cumplimiento de criterios técnicos y sanitarios. Entre ellos, destacan el control de calidad microbiológica (cloro residual dentro del rango de 0.4 a 1.2 ppm, ausencia de coliformes termotolerantes y nivel adecuado de turbiedad), así como el control de calidad del equipamiento e instalaciones (servicios higiénicos y duchas, pediluvios, sistema de recirculación).

Asimismo, se exige control de limpieza (del local y del estanque, eliminación de criaderos de zancudos y cuerpos de agua) y control documentario (cuaderno de registro y aprobación sanitaria). Para certificar las condiciones de cada piscina, personal especializado de la Geresa, en coordinación con las microrredes de salud distritales, recorrerá las diferentes instalaciones de la región para verificar el cumplimiento de las normas de salubridad correspondientes.

Ante posibles incumplimientos sanitarios, el personal de la Geresa retirará el sticker de “Piscina Saludable 2024-2025”, efectuará el cierre y podrá imponer multas superiores a S/ 2 mil. Aunque en el transcurso de 2025 ninguna piscina ha sido sancionada, según la Directiva Sanitaria Nº 033-MINSA/DIGESA-V.02, la Geresa está facultada para proceder con el cierre.