Más de 415 puntos críticos ante riesgo de desborde de ríos en Arequipa

Agricultura alerta que más de 30 mil agricultores podrían verse afectados si las lluvias intensas dañan bocatomas y defensas ribereñas. Las zonas de mayor peligro son los valles de Ocoña, Majes, Tambo y Acarí.

MÁS PELIGRO EN VALLE DE OCOÑA

A pocas semanas del inicio de la temporada de lluvias, la Gerencia Regional de Agricultura de Arequipa (GRAG) lanzó una seria advertencia: existen más de 415 puntos críticos identificados en cauces, defensas ribereñas y bocatomas que podrían verse afectados ante eventuales desbordes de ríos. Esta situación, de no ser atendida con urgencia, podría comprometer la seguridad de más de 30 mil agricultores en toda la región.

El gerente regional de Agricultura, Helard Nina Pachauri, informó que se ha desplegado personal técnico para recorrer los principales valles y evaluar el estado de las defensas. “Nos reunimos con las juntas de usuarios y recorrimos diferentes cauces y defensas ribereñas. Se han identificado más de 415 puntos críticos en defensas y bocatomas. Algunos son altamente peligrosos y deben atenderse de inmediato. Apenas ingrese un caudal regular por estación, el agua podría romper diques y colapsar bocatomas, dañando los cultivos”, señaló.

OCOÑA, ZONA DE MAYOR RIESGO

Si bien los puntos críticos se distribuyen en diversas provincias, la situación más preocupante se registra en el valle de Ocoña, en Camaná, donde los caudales pueden superar los 1 000 metros cúbicos por segundo. Las condiciones del terreno y el desgaste de las defensas aumentan el peligro de desbordes que podrían afectar a decenas de comunidades agrícolas.

En segundo nivel de riesgo figuran los valles de Majes, Tambo y Acarí, zonas de alta producción agrícola donde el ingreso de los ríos podría arrasar hectáreas de cultivos de arroz, frijoles, papa, cebolla y ajo, entre otros productos. Los agricultores temen que la fuerza del agua cause daños irreparables a la infraestructura de riego y deje pérdidas millonarias.

ACCIONES PREVENTIVAS

Para enfrentar esta amenaza, la GRAG ha iniciado convenios con municipalidades distritales y comisiones de regantes, con el fin de ejecutar intervenciones urgentes en las áreas más vulnerables. Estas acciones incluyen el reforzamiento de defensas ribereñas, la reparación de bocatomas y cauces, y la instalación de gaviones en zonas de alta exposición al caudal.

“Ya hemos movilizado maquinaria pesada en varios sectores. Sin embargo, los recursos son limitados y las necesidades superan la capacidad de respuesta regional. Por ello, estamos solicitando apoyo del Gobierno nacional para ampliar la atención preventiva”, detalló Nina Pachauri.

El funcionario también precisó que los trabajos se están priorizando según el nivel de riesgo y la cantidad de agricultores potencialmente afectados. “Nuestro objetivo es evitar que se repitan escenarios como los del 2017, cuando varios sectores quedaron aislados y los productores perdieron cosechas enteras”, recordó.

CALOR Y PLAGAS

A la amenaza de los desbordes se suma otro problema: el incremento de las temperaturas en la región, que está favoreciendo la proliferación de plagas en los cultivos. Este fenómeno obliga a los productores a usar mayores cantidades de agroquímicos, lo que eleva los costos de producción y afecta la calidad e inocuidad de los alimentos.

“Estamos en una situación complicada. Por un lado, las lluvias amenazan con arrasar los cultivos, y por otro, el calor está afectando la sanidad vegetal. Todo esto genera un impacto directo en los costos y en el medio ambiente”, advirtió el titular de la GRAG.

El Gobierno Regional de Arequipa ha solicitado al Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri) recursos adicionales para atender los puntos más críticos antes de diciembre. No obstante, los agricultores consideran que las intervenciones deben ejecutarse con mayor celeridad.

Sector agrario en riesgo por intensas precipitaciones.

“Cada año nos pasa lo mismo: llegan las lluvias y recién se comienza a actuar. Esta vez pedimos que no se espere una emergencia para intervenir”, señaló un dirigente de la Junta de Usuarios de Ocoña.

De no tomarse medidas inmediatas, los especialistas advierten que la próxima temporada de lluvias podría convertirse en una emergencia agrícola de gran magnitud, con pérdidas económicas y sociales severas.

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