BALLÓN FARFÁN,  MAESTRO  DE LA MÚSICA AREQUIPEÑA  

Por Julio Lopera Quintanilla. (*)

Benigno Ballón Farfán es un gran artista arequipeño que compuso obras emblemáticas como los valses “Melgar”, “Silvia” y “Arrullo” además varios yaravíes, himnos, pampeñas y otras composiciones que forman parte importante de la cultura arequipeña.

Vino al mundo el 7 de febrero de 1872 en el barrio de San Lázaro, donde transcurrieron los años de su infancia. Sus padres fueron don Manuel Roberto Ballón y doña Francisca Farfán. Fue bautizado en la parroquia de San Lázaro  el 12 de febrero del mismo año.

El pequeño Benigno estudió la primaria y los fundamentos de la música en su barrio natal demostrando, desde esa tierna edad, un talento excepcional para la composición. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio del Padre Hipólito Duhamel y el Colegio Salesiano Don Bosco.  

A Benigno le gustó la música desde muy niño, se inició tocando rondín.  Posteriormente, la guitarra, la flauta, el violín, el violoncelo y la viola fueron los compañeros de sus horas. Pero, fue al piano al que dedicó su vida.

Tuvo dos hermanas a las cuales quiso entrañablemente. Una inspiró La composición “La Benita”, su hermana Aurora, quien  tenía ese mismo sobrenombre y Rosa, quien tenía un gran interés por la música, con ella formó el Trío Arequipa.

Su primera presentación tuvo lugar en el Centro Social Obrero de la Calle Ejercicios. Tenía entonces solamente 13 años de edad, sin embargo, comenzó a mostrar sus dotes excepcionales para el arte de la composición. Recibió en dicha ocasión felicitaciones y calurosos aplausos.

La producción musical del maestro fue numerosa y diversa. Su primera presentación rentada tuvo lugar en el Teatro Olimpo, más tarde llamado Fénix, en dicha ocasión puso la música al primer filme mudo que llegó a Arequipa.

Benigno Ballón Farfán fue docente de Música y Canto en el Instituto Experimental Número 5 que quedaba en la calle Palacio Viejo. Fue, también, profesor en el Colegio San Francisco de Asís y en la Normal de la UNSA. Se desempeñó también como organista de la Catedral de Arequipa.   

Nuestro artista colaboraba en las ceremonias de clausura de los colegios de  su época como La Asunción,  Fátima, San Francisco de Sales entre otros planteles de esos tiempos en los que Arequipa tuvo la fortuna de contar con un maestro de su talla.

Realizó en varias ocasiones viajes a Lima recibiendo en Radio América y Radio Nacional del Perú la distinción de la Medalla de Plata Ford que se otorgaba a las personas por sus servicios distinguidos en el país.

En 1940, viajó a Bolivia y Chile donde realizó grabaciones en la conocida empresa discográfica RCA  VÍCTOR, con la Orquesta Sinfónica de Santiago de Chile.   

Benigno Ballón Farfán ofrecía en los diarios de la época sus servicios profesionales para animar diversas reuniones sociales y para acompañar los cortejos fúnebres de esos tiempos entonando el Miserere, que él mismo había compuesto. En esos días, había en varios pueblos de Arequipa como Yura, Sabandía, Paucarpata, Characato, Sachaca y Socabaya  la costumbre de acompañar a los difuntos con dicha composición.

Luego del sepelio, el artista, por lo general, era  invitado a la casa de los deudos a vivir la bohemia durante largas horas. En dichas ocasiones, el maestro era acompañado por sus hijos Roberto, José, Benigno y Felipe. Participaban en dichas ocasiones Carlos Bernedo y Juan Manuel Trillo. Mientras que para animar bailes sociales el maestro contó con el concurso de Octavio Espinoza, Benjamín Espinoza y José Luis García.   

Ballón Farfán  hizo bohemia en la Picantería La Josefa, en su casa donde se reunía con un grupo de intelectuales y artistas entre los que destacaba la presencia del tribuno Francisco Mostajo y el poeta Guillermo Mercado, en la residencia de la familia Gibson donde se reunía con el poeta Percy Gibson y la periodista  Doris Gibson, quien, al oír las notas musicales del compositor en el piano del salón familiar reconoció, en más de una ocasión, las excepcionales cualidades para la música que tenía el gran artista arequipeño.

Benigno Ballón Farfán fue un gran amigo del teniente Luis M Sánchez Cerro, que llegó, más tarde, a ser presidente del Perú, se conocieron cuando el militar norteño vivía en Arequipa. Sánchez Cerro visitaba con frecuencia la casa  que el maestro tenía en la Calle Siglo XX y cuando el oficial del ejército tuvo que viajar a Lima para asumir el poder, fue a la casa del maestro para despedirse de su entrañable amigo.   

Don Benigno Ballón Farfán trabajaba incansablemente, tenía muchas horas de nocturna inspiración, y, cuando no estaba componiendo tenía presentaciones como las que tenían lugar cada año durante el verano en el Club Social de la ciudad de Mollendo donde amenizaba  las fiestas con su orquesta.

En sus últimos años, la mujer fue la musa que inspiró sus obras. Varias de sus composiciones fueron dedicadas a las mujeres que compartieron con él parte de sus vidas. A Josefa Vargas, quien fue su primera esposa, dedicó su vals “Silvia”. A Hortensia Medina, su segunda esposa, su vals “Se fue, se fue mi Amor”.

Benigno Ballón Farfán falleció la noche del 12 de julio de 1956  víctima de una grave afección en los riñones. Compositores y músicos  acompañaron sus horas finales con diversas creaciones artísticas.

Ballón Farfán, el creador de Mi Canto a Arequipa, segundo himno de la ciudad, es una de las figuras fundamentales de la historia de la música tradicional de Arequipa. Rescató el acervo musical de Arequipa convirtiendo al yaraví y al vals en símbolos eternos de Arequipa. Don Francisco Mostajo expresa al recordar al maestro que le enseñó música en el Instituto Experimental Número 5 como: “Un recuerdo mágico y un privilegio” La obra del maestro arequipeño es, desde 2018, Patrimonio Cultural de la Nación.

(*) Centro Cultural Unsa.

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