El alcalde del desarrollo
ESPECIALES DE AREQUIPA LOS AREQUIPEÑOS QUE YO CONOCÍ
José García Calderón murió el último día de octubre de este 2025 a los 103 años.
Por Carlos Meneses Cornejo
José García Calderón nació en la casa n.° 212 de la calle Santa Teresa, la misma que hoy lleva el nombre de calle Melgar. La vivienda era ocupada por sus padres Juan Manuel García Calderón López de Romaña y Jesús Bustamante de la Fuente, su casa está ubicada exactamente frente a la de mi familia que tiene el número 213.
De niño, Joselo, que así era su apodo, cuenta en sus memorias que con frecuencia abandonaba su lugar de residencia para dirigirse al monasterio de San José, que quedaba a 50 metros y donde estaba enclaustrada una tía monja que le recibía con dulces y galletas.
García Calderón tenía también parentesco con la religiosa que fue protagonista de una historia muy sonada y que se conoce como “El caso de la monja Gutiérrez”. Cuando volvía a su hogar, según confesó, tocaba el llamador de la casa de los Meneses y antes de que abrieran la puerta se metía a la suya para que no se dieran cuenta de quién era el autor de la travesura.
El llamador es hasta ahora un gracioso y perfecto soldado napoleónico que pesa un kilo con 400 gramos y que fue remplazado luego de que se frustrara un robo contra quien fue remplazado por los timbres eléctricos que se usan hoy en día. Estudió en el colegio de La Salle y después en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) donde se graduó de abogado, el 10 de enero de 1958.

El presidente Manuel Prado lo nombró alcalde provincial de Arequipa por el plazo de 2 años, cinco días después ocurrió un sismo de grado 7 en la escala Richter que causó graves daños en la ciudad y en provincias cercanas. El total de víctimas mortales alcanzó a 83 de las cuales 30 se registraron en Chuquibamba.
Los portales de la Plaza de Armas de Arequipa cayeron por tierra, así como torres de templos y casonas coloniales, su primera tarea fue atender el rescate y entierro de los muertos y la atención de los heridos impulsando el trabajo inmediato para limpiar las calles con el apoyo de maquinaria pesada de Toquepala (Moquegua).
Sus empeños en la gestión respaldaron la creación de la Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa, la creación de la empresa de saneamiento y el inicio de la reconstrucción y rediseño de los portales de la Plaza Mayor.
Amplió la Av. La Salle, prolongó la Av. Emmel hasta empalmar con la calle Beaterio, un puente que une el Vallecito con Umacollo y también obras en Yanahuara y Miraflores. Apasionado por defender los monumentos históricos adquirió el antiguo molino del monasterio de Santa Catalina en la calle Ripacha de San Lázaro, convirtiéndola en su casa y la de quien fue su esposa Teresa Portugal Nicholson. La familia alcanzó a tener 5 hijos todos ellos empresarios y promotores del empleo en la ciudad.
En una visita que realizó ya como privado por la Av. Paisajista, que une Tingo con Ciudad Mi Trabajo, se detuvo a ver cómo estaba lo que fue una casa en la que se albergó a un fundador de la ciudad donde nació un niño con defectos en mente.

Luego de la muerte del pequeño, los jesuitas se retiraron y nadie cuidó debidamente las estructuras que quedaron casi destrozadas con los terremotos de 1958 y de 1960. Ese mismo día cuando García Calderón volvió a la ciudad acudió a un almuerzo al que acudieron Juan y Alfonso Bustamante Romero, Manuel Bustamante Olivares y Renzo Luccioni a los que se sumó el empresario Andreas von Wedemeyer y convinieron todos en gestionar y conseguir que el dueño del palacio semidestruido Marcial Barriga, propietario del colegio Mariscal Castilla de Arequipa, aceptara vendérselos.

La capilla lucía antes y después de la restauración una imagen antigua de san Francisco Javier y desde entonces es lugar de atracción turística, matrimonios a toda orquesta, lujo y esplendor. También tuvo una activa intervención en la creación del colegio anglo americano Prescott y de la Universidad Católica San Pablo, a quienes dio en donación el antiguo local de cervecería y también un hotel que se ha convertido en la sede principal de esa casa de estudios.
Ha sido promotor de industrias y empresas en compañía de sus hijos, se le encontraba en su oficina de la galería Colonial a la que se ingresa por la calle Santo Domingo o por San Juan de Dios. Se recuerdan sus obras en el mercado de San Camilo, la ampliación de la urbanización Selva Alegre, el parque Miguel de Cervantes, la instalación de un comedor popular. Finalmente fue remplazado como alcalde por Jorge Vásquez Salas. Dios lo tenga en su seno.
