La última reunión del periodista Héctor Aguirre Contreras; El comunicador de alegrías
“El Perro” deja en tantos y tantas experiencias de manera muy transparente.
Por: Adrian Quicaño Portugal
Yo nunca lo vi triste ni enojado. En cada encuentro, breve o prolongado, te robaba más de una sonrisa. Dedicado y enamorado de su trabajo, lo hizo hasta que la fuerza estuvo de su lado. Él conocía a todos y todos lo conocían a él. En su última junta acudieron colegas, amigos, autoridades, etc… Historias mil se contaron, pero todas acabaron en una carcajada. Una vida dedicada a la alegría sólo puede recordarse con un brindis. Es lo que “El Perrito” hubiera querido.
Alguien dijo alguna vez: “Si al morir ya no existe el tiempo ni el espacio, entonces todos morimos a la vez”. No se puede dejar de decir lo mucho que te vamos a extrañar, pero es el sendero de la vida y el ritmo natural de las cosas. Trascendemos en nuestras obras y enseñanzas compartiendo alegrías y experiencias, el resto no importa. El Perro nos ha dejado una fortuna de recuerdos. Diario El Pueblo felicita y admira la labor dada por Héctor Aguirre. Contigo Roberto Ribaños, Zuluaga y una gran clase. Pero solo es cuestión de paciencia, tranquilos, que en el siguiente parpadeo podríamos estar todos juntos.
El exceso en tener tantos amigos nunca tendrá nada de malo. El Perro o Perrito, según el grado de confianza, lleva su apodo orgulloso. Siempre gustó de él, no le molestó. Pero ¿cómo describir su sobrenombre? Un acompañante noble, el del saludo afectuoso; sea la similitud quizás o, como dicen, por andariego. Sí le gustaba caminar mientras pensaba y hacía sus cosas. Quienes gozan de hacerlo saben lo gratificante que es y solo Dios sabe lo que hay detrás de cada andar. Deben tener mucho de qué conversar. Y si hablamos del olfato, es algo tan necesario hoy en el periodismo mundial.
“Es que ééél es asiiiïí, nunca nada lo hizo por dinero, oye guapo, no, no nouuoo noo”, sonó el rock en una ocasión.
En la inmediatez de la noticia, Perro siempre brindaba algo de la profundidad de su ser. Relataba la noticia con particulares maneras, no podían faltar sus lúcidos comentarios. Necesitamos de los comunicadores un lenguaje claro. Héctor Aguirre Contreras es y será una persona transparente. Pasa muchas veces que la labor del reportero pasa desapercibida y hasta desconocida para la familia. “La gente necesita saber, es que la gente necesita saber”, decía en Año Nuevo, Navidades, cumpleaños y demás feriados que le tocó trabajar.
Cuando los días tienen una misión dejan de tener nombres.
