Se restablece el tránsito en la vía Panamericana Sur
Después de más de doce horas de interrupción, el tránsito vehicular en la Panamericana Sur fue restablecido parcialmente en el kilómetro 732, en el tramo comprendido entre los distritos de Ocoña y Atico, provincia de Caravelí. El deslizamiento de tierra y piedras, registrado la tarde del domingo, bloqueó por completo la vía y dejó a cientos de pasajeros y conductores varados durante toda la noche.
LUEGO DE 12 HORAS DE BLOQUEDO
Según reportes de la Policía Nacional del Perú (PNP), el derrumbe fue ocasionado por las lloviznas persistentes y la inestabilidad del terreno en los cerros que bordean esta zona costera, considerada una de las más críticas del corredor sur. Durante la madrugada, un segundo deslizamiento, de mayor magnitud, agravó la emergencia y dificultó las labores de limpieza.
El comandante Víctor Vargas, jefe de la Unidad de Protección de Carreteras de la PNP, informó que el material desprendido cubrió alrededor de 400 metros de la vía, impidiendo totalmente el paso de buses y camiones desde la noche del domingo hasta las 8:00 de la mañana del lunes.
“No se registraron daños personales ni materiales, pero la cantidad de tierra y piedras obligó a cerrar el tránsito para evitar accidentes. Hemos habilitado un carril y los vehículos están circulando de forma alternada”, indicó Vargas.
RECLAMO DE PASAJEROS
La interrupción de la carretera afectó principalmente a buses interprovinciales y unidades de carga pesada que cubren la ruta Arequipa–Lima. En el Terminal Terrestre de Arequipa, varias empresas suspendieron la venta de pasajes hacia el norte del país ante el riesgo de quedar atrapados en la zona del derrumbe.

“Tenía que viajar a Lima el domingo por la noche, pero me dijeron que el bus no saldría hasta nuevo aviso. Nadie nos explicó bien lo que pasaba”, contó Katty Olguín, una de las pasajeras afectadas.
Otros viajeros denunciaron la falta de información oportuna por parte de las empresas de transporte. “Nos hemos quedado más de un día en Arequipa, pagando hospedaje y comida extra. No es justo que no informen con claridad”, señaló Joselyn Escobedo, quien debía trasladarse a Ica por motivos laborales.
Durante las horas de cierre, los pasajeros varados en la zona del derrumbe permanecieron dentro de sus vehículos o buscaron refugio en hospedajes cercanos. Algunos intentaron avanzar a pie, pero la policía les pidió retroceder ante el riesgo de nuevos deslizamientos.
TRABAJO INTERRUMPIDO
Las labores de limpieza se realizaron durante toda la madrugada con apoyo de maquinaria pesada de Provías Nacional y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Los operarios lograron retirar parte del material rocoso y habilitar un carril en sentido norte–sur, lo que permitió el paso gradual de los vehículos varados.
El tránsito se organizó mediante cortes controlados y supervisión permanente de la Policía de Carreteras. “Primero se está dando pase a los buses con pasajeros y luego a los camiones de carga. Queremos evitar embotellamientos y mantener la seguridad en la zona”, explicó Vargas.

RIESGO LATENTE
El jefe policial advirtió que el peligro aún no ha sido superado. Los técnicos de Provías indicaron que podrían registrarse nuevos desprendimientos debido a la humedad acumulada y la debilidad de los taludes. “La recomendación para los conductores es clara: circular con precaución y atender las indicaciones de la Policía. Este tramo seguirá siendo vulnerable mientras continúen las lluvias”, subrayó.
Las autoridades regionales coordinaron con las municipalidades de Ocoña y Atico para disponer puntos de control y auxilio en caso de que se repita el bloqueo. También se evalúa instalar señalización adicional y sistemas de alerta temprana para detectar movimientos de tierra.
Por su parte, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) informó que mantiene comunicación constante con la PNP y el MTC para monitorear la zona. Hasta el cierre de esta edición, las cuadrillas de limpieza continuaban trabajando para restablecer totalmente la transitabilidad en ambos sentidos de la Panamericana Sur. (PR)
El kilómetro 732 no es un punto nuevo en el mapa de emergencias. Cada temporada de lluvias, los derrumbes y deslizamientos interrumpen el tránsito en este tramo y generan pérdidas económicas para transportistas y viajeros. La combinación de pendientes pronunciadas, suelos inestables y lluvias intensas lo convierte en un corredor de alto riesgo.
Por ahora, la vía ya está habilitada, aunque de manera parcial. Los conductores celebran el alivio momentáneo, pero la preocupación persiste: la naturaleza volvió a recordar que, en la Panamericana Sur, un pequeño derrumbe basta para detener el pulso del sur del país.
