Geoparque del Colca y Volcanes de Andagua.

A pesar de figurar entre los cinco geoparques más grandes del mundo, el Geoparque del Colca y Volcanes de Andagua no cuenta con una asignación presupuestal específica ni con una estructura de gestión definida. Obtuvo la acreditación por cuatro años más, pero todavía debe subsanar estas y otras recomendaciones para garantizar su permanencia en la Red Mundial de Geoparques de la Unesco.

Tras la visita de la comisión evaluadora, el geoparque recibió la tarjeta verde, que ratifica su continuidad en la red. Si bien esta calificación evita un riesgo inmediato, el sitio aún no cumple los estándares necesarios para mantener el título en el largo plazo. De las seis recomendaciones emitidas, al menos dos requieren articulación directa entre el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) y el comité de gestión.

Actualmente, el geoparque no tiene un presupuesto definido. Aunque el GRA financia algunas acciones desde las gerencias que integran el comité de gestión, la Unesco exige una partida exclusiva que asegure infraestructura de geoturismo, desarrollo local, impulso a la pequeña industria y ejecución de acciones vinculadas al geopatrimonio. La falta de esta asignación es una de las observaciones centrales que debe resolverse antes de la siguiente evaluación.

«Considerando las necesidades de años pasados, se requeriría un mínimo de S/500 mil para lo básico. Hay cosas adicionales que deben desarrollarse, pero eso requeriría gestión adicional. (…) Es menester de toda la población demandar que haya una correcta administración del geoparque, porque la pérdida de acreditación no afectaría solo a Arequipa, sino a todo el país», señaló Yammil Ramírez Angulo, representante del Geoparque.

La Unesco también cuestionó la estructura de administración. Según la Ordenanza Regional N.º 511, el comité de gestión —presidido por el alcalde provincial de Caylloma, Alfonso Mamani— puede designar un coordinador, pero esta figura solo corresponde al comité y no al geoparque como tal. La Unesco solicita dos cargos formales: un coordinador general y un coordinador científico. Ninguno está definido actualmente, lo que genera dudas sobre la gobernanza y el funcionamiento interno.

Otro punto pendiente es la representación comunal dentro del comité. Hasta ahora está confirmada la participación de la comunidad campesina de Panagua, en Castilla, mientras que la segunda comunidad aún no se define y en Caylloma falta completar la representación. La misión evaluadora consideró necesario ordenar esta participación porque el modelo de gestión del geoparque debe involucrar directamente a las poblaciones locales.

Las observaciones deberán resolverse en un plazo de cuatro años, periodo que ofrece la tarjeta verde antes de una nueva revisión. «Nuestro geoparque es un bebé que está empezando a andar, pero aún no ha empezado a correr. Depende de todos nosotros que lo haga y tenga continuidad», concluyó Ramírez Angulo.