El desarrollo emocional correcto es parte de los derechos infantiles

Por: Daniela Santander Revilla

Los problemas emocionales y las situaciones de violencia continúan afectando a niñas y niños en Arequipa y Caylloma. Marisela Bedoya Zegarra, responsable del curso de Vida Niño de la Red de Salud Arequipa – Caylloma, explica que el equipo de salud identifica casos de riesgo durante los controles de crecimiento y desarrollo, donde se realiza un tamizaje de violencia de rutina.

“Observamos si el niño presenta abandono físico o signos de violencia. Si detectamos un caso de riesgo, intervenimos de inmediato, incluso con apoyo de la Policía cuando corresponde”, indicó la especialista. Aunque los signos en los niños pueden ser difíciles de notar, el equipo médico aplica evaluaciones constantes a través de las madres y cuidadores.

Bedoya afirma que muchos de los problemas psicológicos en la niñez no solo provienen de situaciones extremas, sino también de fallas en el apego y la expresión emocional dentro del hogar. “La falta de afecto y de contacto físico genera consecuencias en el desarrollo. A veces basta la mirada o el cariño para que el sistema nervioso del niño reciba el mensaje de seguridad”, explica.

Las deficiencias en la gestión emocional de los padres, sumadas al estrés y los conflictos familiares, repercuten directamente en la salud mental de los niños. Por ello, los establecimientos cuentan con psicólogos en los Centros de Salud Mental Comunitarios (CSMC), aunque la demanda sigue en aumento.Bedoya recalca que garantizar el bienestar psicológico de los niños es tan importante como su salud física. “El desarrollo emocional es parte de sus derechos”, concluye.

Además, los datos nacionales refuerzan la urgencia de fortalecer la prevención y la atención psicológica: según el Ministerio de Salud, 1 de cada 3 niños o adolescentes estaría en riesgo de presentar un problema de salud mental, de acuerdo con un informe elaborado en alianza con UNICEF en 2020. Además, cifras recientes del Ministerio de Salud muestran que entre enero y octubre de 2024, 10 908 menores fueron atendidos por abuso sexual, un tipo de violencia que tiene un impacto profundo en la salud emocional y el desarrollo de los niños.