“REQUIEM”  O LA TRASCENDENCIA Y LA MUSICA.

Por Julio Lopera Quintanilla. (*)

En estos  días, tuve la oportunidad de coincidir con el conocido pintor Walther Sánchez Aquino y conversar con él sobre “Requiem” una  novedosa muestra pictórica que viene concitando gran interés en Arequipa.

“Requiem” integra múltiples referentes artísticos como el tenebrismo de Caravaggio y la pintura neoclásica. Su estilo a la vez barroco y simbolista está señalado por el empleo de escenarios teatrales y un marcado claroscuro. No pasan inadvertidos los ecos de la imaginería surreal de El Bosco y la fascinación por la figura de Gustav Klimt. 

La exposición que tiene la influencia de la pintura neoclásica y la pintura posmoderna de los ochenta y los noventa despierta en el público emociones diversas y profundos sentimientos

El crítico de arte Luis Lama al referirse a “Requiem” expresa: “Nunca antes he podido ver una producción local que abarque tantos aspectos de la vida y la muerte, la historia y la música, la religión y la filosofía en general”.

Walther Sánchez realizó sus estudios en la Escuela Profesional de Artes, Especialidad Plásticas de la Universidad Nacional de San Agustín. Su pintura tiene la influencia del pintor contemporáneo Odd Nerstrum y tiene cierta similitud con la del pintor romántico Wiliam Blake. Va la entrevista.

¿Cómo nació el interés por el arte?

Hablar del arte en mi vida es recordar, recordar los dos lindos libros de arte que había en la casa de mi entrañable abuela, libros que con el tiempo pasaron a ser míos. En mi niñez, veía el arte con ilusión y admiración, no imaginé, en esa época en la que comenzaba a andar por el mundo, que con el tiempo el arte se volvería mi vida. Aún recuerdo los almanaques de Sarah Kay, una ilustradora de quien mi madre es admiradora, recuerdo que alguna vez me atreví a pintar un par de acuarelas de Sara Key con temperas en casa. Con el tiempo asumí mí vocación por el arte para dedicar a esta profesión mi vida entera. 

¿Por qué la propuesta?

En principio, apareció como consecuencia del diálogo entre música y pintura, surgió un año antes en el Centro Cultural UNSA, algunos pensaban que era una locura. Concebí la idea de pintar “Réquiem” por casualidades de la vida el 2024 porque ese año estuve asistiendo a conciertos de coros.

¿Cómo te decantaste  por el óleo?

Fue la segunda técnica que aprendí en la universidad, tras mucha investigación de procesos técnicos opté por presentar al 100 % la propuesta ejecutándola con esta técnica que me resulta muy conveniente por la riqueza de su factura, su proceso de secado así como por las posibilidades que otorga la materia.

¿Qué te gustaría comentar sobre el nivel narrativo de tu obra pictórica?

La muerte es un encuentro dulce y tranquilo del alma, el tiempo se detiene, se tiene la posibilidad de una iluminación interior. Donde hay vida hay muerte; este viaje tiene su punto de partida el día en que nacemos.

El Réquiem que presento nos ofrece una visión serena que nos muestra que podemos esperar la muerte sin huir de ella sabiendo que en algún momento nos tocará a todos. 

¿Qué nos puedes comentar de los símbolos que tu pintura ofrece? 

Las piezas son un conjunto de símbolos que abarcan lo sacro, lo profano, lo mítico, producto eminentemente de la investigación. Cada pieza ofrece  una narrativa muy propia que entra en  conjunción con la pieza musical que acompaña. 

Tu obra tiene influencia del Neoclasicismo Posmoderno. ¿Qué admiras de los pintores neoclásicos?     

Como bien lo menciona Luis Lama en el texto curatorial para esta muestra, la obra posee aspectos de lo neoclásico, sin embargo, cuando concebí el conjunto, no anduve pensando en copiar a los neoclásicos o si tenía una afinidad con ellos. Sin embargo, todo artista posmoderno que guste de este período puede admirar el neoclasicismo porque es un repertorio poderoso por sus formas, gestos y mitologías, posee una claridad visual que el arte actual ha perdido, representa ideales que hoy pueden revisarse, desmontarse o reinterpretarse, permite jugar con la ironía, la nostalgia, la  crítica o la reconstrucción. Me atrevo a decir que la muestra se enmarca en una apuesta que aboga por el rescate histórico y la reinterpretación crítica.

¿Admiras a Jacques Louis David? ¿Por qué?

Es un famoso pintor francés neoclásico, la calidad técnica de este pintor es admirable, todo aquel que lea esta entrevista recordará más a este pintor por su afamado cuadro “La muerte de Marat”, es un pintor que me gusta ver cuando su obra plástica aparece en las  redes sociales, no soy un seguidor de David, pero me agrada lo que veo en su obra. 

Además del óleo, ¿qué otras técnicas prefieres?

He trabajado varias técnicas a lo largo de estos años, mis favoritas son el óleo, el temple, el grabado, el dibujo a lápices de colores. Comencé a trabajar con algunas de estas  desde que estudiaba en la universidad, incursioné en la aplicación de otras durante mis investigaciones, me encanta explorar nuevos materiales, creo que la pintura es aprendizaje continuo y me decanto por ella. 

¿Qué proyectos tienes para el futuro?

Una nueva exhibición en Holanda, una exposición en la Galería Isabel Croxatto de Chile que me abrió también las puertas, un nuevo espacio se vislumbra para mi carrera; estos son algunos de los adelantos que puedo dar de momento.

“Requiem” es una obra que nos ofrece en su plano narrativo varias historias y pone sobre el tapete la problemática filosófica, espiritual y religiosa de la trascendencia del hombre, de la vida y de la muerte, del cielo y del infierno.

La exposición  nos espera  en el  hermoso y acogedor local del Centro Cultural UNSA (Calle Santa Catalina 101 – Cercado) de martes a sábado en el horario de 8 a. m. a 8 p. m.  ¡Todos son bienvenidos!

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