Jorge Rodríguez y la forja del Perú empresarial

Por Julio Cáceres Arce, past presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, director de Confiep y Capeco

OCHO DÉCADAS DE ESFUERZO Y VISIÓN:

El 21 de noviembre, el empresario arequipeño Jorge Columbo Rodríguez Rodríguez, presidente fundador del Grupo Gloria, alcanzó los ochenta años de vida. Su trayectoria profesional es un testimonio de la capacidad transformadora del empresariado peruano y un reflejo de la tenacidad y visión de una generación que entendió que el desarrollo del país se gesta a través de la inversión, la diversificación y un profundo compromiso regional.

La historia de Rodríguez no es solo la de un éxito corporativo que lo llevó a consolidar uno de los conglomerados más grandes de la región andina; es la crónica de cómo la actividad fabril e industrial, impulsada desde Arequipa, se convirtió en un pilar para el progreso profundo del Perú.

Nacido el 21 de noviembre de 1945 en el seno de la familia de don José Rodríguez Banda y doña Aurora Rodríguez, Jorge Rodríguez creció en el ambiente de emprendimiento que siempre ha caracterizado a la Ciudad Blanca. Su formación sentó las bases de su enfoque analítico y ordenado: se graduó como ingeniero industrial de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y complementó su visión con un posgrado de Alta Dirección en la Universidad de Piura y especialización en la industria alimentaria en Gran Bretaña y Estados Unidos.

El camino empresarial lo inició desde joven en el negocio familiar de transporte de carga pesada, junto a su hermano, el recordado Vito Rodríguez Rodríguez. Esta experiencia práctica les otorgó un conocimiento invaluable de la logística, las necesidades del sector minero y la geografía productiva del país.

Al analizar la exitosa actividad productiva de Jorge Rodríguez, se identifica con claridad como el empresariado ha jugado y juega un rol protagónico en el desarrollo de la economía nacional. En la actualidad, el Grupo Gloria alberga a más de 40 000 colaboradores directos a nivel global y llega a sustentar a más de 100 000 familias a través de su cadena de suministro. El consolidado empresarial de la familia Rodríguez es un motor de desarrollo innegable.

Su compromiso con las regiones donde opera se refleja de manera tangible: solo en la última década, el Grupo Gloria ha movilizado más de 200 millones de dólares en proyectos de Obras por Impuestos (OxI) en el sur del Perú, sin contar las inversiones millonarias en apoyo directo a las poblaciones. Su éxito es el ejemplo más palpable de cómo una empresa con raíces arequipeñas puede convertirse en un referente de clase mundial. No en vano, Jorge Rodríguez fue declarado «Hijo Predilecto de Arequipa».

LA GENERACIÓN QUE CONSTRUYÓ EL PERÚ MODERNO

Jorge Rodríguez y Julio Cáceres.

Jorge Rodríguez pertenece a una generación de titanes empresariales y cívicos formados en los rigores de la ingeniería y la administración. Los arequipeños de esta generación asumieron el reto de construir grandes estructuras productivas en la segunda mitad del siglo XX. Estos líderes entendieron que la estabilidad económica y el progreso social se lograban a través de la inversión privada constante.

Ellos se distinguieron por una inquebrantable ética de trabajo, una sobria discreción y una filosofía práctica, resumida por el propio Rodríguez en la máxima: «trabajar, trabajar y trabajar». Han sido los constructores silenciosos, cuyo legado se mide en fábricas, plantas de acopio y en los miles de puestos de trabajo que han sostenido a familias peruanas a lo largo de décadas.

Para quienes hemos trabajado de cerca con los hermanos Rodríguez por más de dos décadas y media, existe una figura que representa a cabalidad esta dinámica directiva: la de un «vehículo del desarrollo empresarial y nacional». Don Jorge Rodríguez al volante del vehículo, marcando siempre la ruta estratégica a seguir, acompañado de cerca por su hijo Claudio Rodríguez, quien hoy ha tomado con éxito el timón. Don José Odón Rodríguez, otro de los hermanos, articulando para abrir nuevas rutas, mientras que Don Vito Rodríguez, hoy recordado con afecto, impulsaba el vehículo con humildad y mucha fuerza.

Junto a los hermanos Rodríguez, reconocemos a una generación de notables arequipeños que contribuyeron profundamente al desarrollo del país. Figuras esenciales como el Premio Nobel Mario Vargas Llosa, el ingeniero Fernando Chaves Belaunde, el doctor José García Calderón Bustamante y el ingeniero Mauricio de Romaña Bustamante fueron algunos de sus representantes.

Hoy, a sus ochenta años, Jorge Rodríguez Rodríguez mantiene la visión de empresa y la pasión por el deporte y la lectura que lo definen. Con la segunda generación, asumiendo roles protagónicos, se asegura que el espíritu de inversión constante, la eficiencia y el profundo compromiso con Arequipa y el Perú continúen siendo los pilares del Grupo Gloria.

La vida de don Jorge Rodríguez es un legado de compromiso inquebrantable con el progreso nacional. Por ello, a todos quienes nos desplegamos en la sociedad de hoy, nos corresponde honrar el camino recorrido por los grandes arequipeños que estuvieron antes que nosotros y aprender de sus éxitos y fracasos para asegurar un mañana brillante para el Perú.

Dejanos un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked with *.