Por: Por Ramiro Pareja

Iniciar la vida con un estado de conciencia es todo un reto, qué duda cabe. Afortunadamente llegamos al mundo pertrechados con una serie de capacidades operativas y sentidos que nos permiten ubicarnos y movernos con soltura en el lugar que nos ha tocado en suerte aterrizar.

Y además con una inteligencia, entendida como la capacidad de percibir o procesar información (comprender), retenerla como conocimiento y, después, aplicarla. Algo muy importante, que nos permite adaptarnos al entorno o contexto.

Hay algo que es de suma importancia para quienes en un momento tomamos la decisión de ser artistas, de dedicar nuestra vida al Arte. Sin ello no llegaremos muy lejos. Debemos descubrir en nuestro interior una capacidad que es innata en el ser humano, pero que hay que desarrollar hasta que sea parte constitutiva de nuestra propia personalidad: la expectación, también identificada como interés, curiosidad. Sin ella no es posible el impulso para adentrarse en lo que nos interesa, nos llama la atención y nos conduce al estudio o el abordaje del tema, como leitmotiv (tema central, razón de ser).

Hay por aquí y por allá, frases, ideas, que son como pequeñas islas que nos permiten salvar los charcos.

Ezra Pound. “Cumple. Eres escritor. Escribe, pase lo que pase”.

Charles Bukowski. “La vida dura da pie a la frase dura, sin ornamentos”. “Escribir es fácil; vivir es lo difícil”.

Jorge Luis Borges.”La literatura puede establecer un símil con la pintura. Es como un espacio lleno de vida, un ámbito donde se reflejan las mismas pasiones, los mismos deseos, las mismas aventuras que en la realidad”.

La obra no tiene que ser o parecerse a su autor, como si fueran gemelos. El hombre virtuoso y el gran artista, hay tantos casos, no necesariamente se corresponden.

En el Arte lo que se haga o se diga no tiene porqué ser siempre relevante. Igualmente, si nos fijamos en la pintura está claro que no tiene que importar si se trata de figuración o no, si es moderna bajo su apariencia formal o hace uso de lo no convencional. Lo que me interesa en verdad es que contenga y ofrezca una trascendencia al observador. Que conecte con él, que sienta que está entablando un dialogo.

El Artista pintor pinta inicialmente para sí, después sale a buscar un público. Un público que busca algo.

Picasso. “Lo importante no es no parecerse a nadie, sino parecerse a todos”. Devorar, fagocitar, vampirizar todo, para sentir que se nos permite decir algo.

Es importante tener una técnica que contribuya con el resultado final de la obra; pero no solo de eso depende que la obra resultante sea trascendente.

Los jóvenes artistas que se inician en su aventura tienen que ser conscientes de que son los protagonistas de sus propias vidas y que el poder, venga de donde sea, no puede prescribir sobre sus vidas y lo que debe hacer cada uno o una, con ellas.

Practicar, ejercitar el interés por nuestro entorno, cultivar la curiosidad y el asombro. Nunca dar paso a la indiferencia; porque entre sus deformaciones surge el desdén, e incluso la injusticia.

Que nada nos sea indiferente; porque así no llegaremos a ser artistas. La naturaleza y lo humano son la materia con la que trabajamos. Sentimientos, sensaciones, emociones e ideas nunca dejan de estar presentes.

En la pintura, en el Arte en general, se requiere un compromiso entre el artista y la vida y por lo tanto hay que tener y cuidar ciertos comportamientos, como los que se adoptan en otras actividades que requieren una entrega.

Ejercitar, practicar el interés por nuestro entorno, cultivar la curiosidad y el asombro. Valorando todo aquello que concita el asombro, la maravilla y empuja el deseo de averiguar.

De Hannah Arendt. “Pensemos por nosotros mismos, seamos responsables de nuestras ideas y de nuestros errores”.