Obra millonaria en IE Gran Amauta cumple otro año sin poder concluirse
Por Jorge Turpo R.
Obra del GRA seguirá retrasada. De 18 millones ahora inversión subió a 33 millones de soles. La obra empezó costando S/ 18 millones y se incrementó a S/ 33 millones. La Contraloría halló graves irregularidades y determinó que ya no hay dinero para acabar la obra.
SE INCREMENTÓ DE 18 A 33 MILLONES DE SOLES
La reconstrucción de la institución educativa Gran Amauta, en Miraflores, era una promesa sencilla que pasaba por levantar un colegio moderno en 300 días, cerrar su ejecución en marzo de 2023 y devolverle a casi mil escolares un espacio digno, pero han pasado más de tres años desde el inicio de los trabajos y la obra no termina.
La Contraloría confirmó que el proyecto arrastra retrasos, ampliaciones de plazo, un presupuesto que casi se duplicó y una serie de errores que comprometen su finalidad.
Esta obra, es una demostración del caos que reina en las obras por Administración Directa en la gestión del gobernador regional Rohel Sánchez.
El expediente técnico aprobado en 2022 fijó una inversión de 18.7 millones de soles. Sin embargo, con seis modificaciones físico-financieras, el monto creció hasta alcanzar los 33 millones.
No sólo se encareció, prácticamente se gastó todo. De acuerdo con los reportes presupuestales, el devengado ya llega al 99 % del total, mientras que el avance físico está apenas en 87 %.
Es decir, el dinero casi se consumió, pero la obra sigue inconclusa y sólo queda un saldo de poco más de un millón de soles para cubrir trabajos pendientes valorizados en más de cuatro millones.
El desfase es tan grande que la Contraloría advierte que no hay recursos suficientes para terminar el colegio.
RETRASOS
Ese problema se agrava con la incapacidad del Gobierno Regional para comprar a tiempo los bienes y servicios necesarios.
Los retrasos en adquisiciones, que desde el primer año afectaron el ritmo del proyecto, provocaron ocho ampliaciones de plazo que llevaron la obra de 300 a 1 275 días.
Aunque se justificaron en “desabastecimiento sostenido de materiales”, esa dificultad nunca se resolvió. Por el contrario, se volvió un círculo repetitivo que mantiene paralizadas partidas esenciales.
La lista de requerimientos pendientes impresiona por su volumen y por la antigüedad de varios documentos. Hay solicitudes de agosto, septiembre y octubre que nunca fueron atendidas.
Figuran mobiliario escolar, equipos de laboratorio, mesas pedagógicas, sillas para primaria, muebles administrativos, protectores, pintura de murales y componentes eléctricos especializados.
El propio residente de obra advirtió en octubre, en su informe mensual, que sin esas compras el plazo seguiría afectado y sería inevitable pedir nuevas ampliaciones.
El caso más visible es el de la adquisición de 37 televisores de 55 pulgadas. El proceso empezó en abril de 2025, se postergó una y otra vez, y finalmente se declaró desierto. La segunda convocatoria, publicada el 29 de septiembre, fijó el otorgamiento de la buena pro para el 25 de noviembre, una semana después del plazo oficial de culminación de la obra.
Peor aún, el proveedor tendría 20 días para entregar los equipos. Es decir, aunque ganara la buena pro de inmediato, no llegaría a tiempo para el inicio del año escolar.
La Contraloría confirmó que el colegio está lejos de ser entregable. Las aulas tienen mobiliario incompleto; no existen los televisores, computadoras, laptops ni proyectores que el expediente técnico exige.
El sistema de comunicación y data solo tiene tuberías instaladas: falta el cableado y los equipos de alarma contra incendios.
Tampoco se han colocado las rejillas de las canaletas, ni se ha culminado el mobiliario administrativo. Las conexiones de agua y desagüe recién empezaron a tramitarse ante la municipalidad en noviembre, y la subestación eléctrica está instalada, pero sin la conformidad de SEAL, lo que impide energizar el colegio.
La obra del Gran Amauta no es una excepción. Forma parte de un patrón en los proyectos ejecutados por Administración Directa durante la gestión de Sánchez: retrasos, ampliaciones de plazo, sobrecostos y un manejo deficiente de adquisiciones.
El resultado es el mismo de siempre: una obra que iba a ser emblemática se convirtió en un símbolo de desgaste, improvisación y mala gestión.
DESESPERACIÓN
En paralelo a este panorama crítico, el propio gobernador, Rohel Sánchez, ha iniciado una serie de visitas inopinadas a obras en Camaná, en un intento visible por recuperar el control de proyectos que también arrastran retrasos.
En la I.E. Virgen del Rosario, ubicada en el anexo El Puente, constató un avance del 62 %; mientras que en la I.E. César Vallejo, con un 45 % de avance, detectó gastos no justificados en el cerco perimétrico y ordenó correcciones inmediatas.
Allí exigió acelerar adquisiciones y dispuso que Logística coordine directamente con los residentes para evitar más sobrecostos.

En Samuel Pastor, además, urgió un calendario acelerado para entregar la I.E. Villa Don Jorge, hoy al 62 %, completamente equipada para el inicio del año escolar 2026.
La preocupación del gobernador se evidenció también en la I.E. Sebastián Barranca, en el Cercado de Camaná, donde el avance apenas llega al 14 % pese a una inversión de casi 32 millones de soles.
Sánchez ordenó un plan de acción urgente que incluye corregir el expediente técnico este mismo mes y abrir siete frentes de trabajo para acelerar la ejecución.
