Ambulantes se adueñan de la vía pública y la dejan sucia
Son descorteses con el personal de Limpieza Pública.
Redacción Diario El Pueblo
Muchas personas trabajan en las calles de Arequipa, obstaculizando el tránsito de peatones y vehículos, y para colmo no son capaces de dejar limpio el espacio en el que se ganan la vida. Las honorables trabajadoras de Limpieza Pública han tenido más de un desencuentro con ambulantes sin educación.
“Ya voy a cumplir 25 años de servicio. Estoy en la calle Piérola. Hay ambulantes que son malcriadas, me insultan. Yo no soy malcriada, solamente les digo: ‘Señito, por favor, en una bolsa guarde la basura’. ‘Para eso te pagan’, me responden. De chola, de india me tratan”, nos cuenta una barrendera.
Nadie tiene por qué recordarle a las barrenderas que les pagan por limpiar; eso ya lo saben. Lo único que piden es respeto por su trabajo, no que ellas pasen recogiendo mientras otros ya están detrás, ensuciando adrede.
Además, los ambulantes son defendidos porque se considera que no tienen otra opción, y se piensa que es mejor que se ganen la vida honradamente. Nadie ha negado esto, pero indiscutiblemente no es el caso de todas las personas que vemos a diario en las veredas y calles del centro.
Muchos ya no actúan como ambulantes. Un verdadero ambulante deambula, se mueve de un lugar a otro; no son aquellos que instalan puestos enteros de ropa con maniquíes o vehículos con frutas y otros productos, creyendo en múltiples ocasiones que solo ellos tienen derecho a todo, mientras faltan al respeto a su propio lugar de trabajo.
