El hijo mayor

En 2010 el Gobierno Regional de Arequipa publicó la “Biblioteca juvenil Arequipa” que comprendía diez tomos de la literatura Arequipeña, entre los cuales destacaba el tomo 10, la antología de Cuentos Arequipeños, que nos presenta 31 escritores locales con 44 excelentes cuentos. Entre ellos figura “El hijo mayor”.
Juan Alberto Osorio (Sicuani, 1944) es un reconocido docente de distintas universidades, incluyendo la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa donde laboró durante muchos años antes de jubilarse; también es cuentista y novelista, escribió novelas tales como: La frontera (San Marcos 2011) y El tercer domingo (Cusco, 2013). La literatura de Juan Alberto Osorio evoca en su mayoría paisajes de la provincia de Canchis, en cuentos modernos con alusiones, generalmente, melancólicas.
El cuento “El hijo mayor” narra la historia de un hombre que regresa a la casa de su padre después de un largo viaje. Lo cual se puede notar en este fragmento del primer párrafo: “Con cierta vaguedad adiviné en él los rasgos de alguien que conocí cuando vivía aquí”, y también por el hecho que casi no reconoce su propia casa. Una mujer apática y desinteresada en la presencia del retorno del hijo mayor es la que le atiende y le impide la entrada en primera instancia a la casa. El hombre deseoso de ingresar le hace saber que no se irá hasta encontrarse con su padre; es solo entonces cuando la mujer lo deja pasar a la casa. La atmosfera creada al ingresar al hogar es nostálgica “Ese fue el primer lugar en el que tuve un real encuentro con mi pasado”: un pasado difícil de soltar.
Mediante el narrador protagonista podemos saber las subjetividades que deja el cuento, como las constantes miradas que el taxista y los vecinos le hacen o el hecho de creer que su padre aun siga con vida. “Deseo descansar y esperar que mi padre llegue” le dice a la mujer.
Posteriormente mediante una epifanía, llámese palabras en quechua que solo él oía en el balcón de la habitación de su padre, “Tal vez fueron por mí nunca pronunciadas, aquellas que en ese momento llegaron a mi corazón”, recién acepta el fallecimiento del padre y su gran similitud física con él. El relato acaba con una frase simbólica: “alguien que me diga quién soy”.
El cuento narra eficientemente el proceso de superar la muerte de un familiar, en este caso la de un padre. El protagonista carga una cruz inconscientemente que dificulta el proceso del duelo, su gran parecido físico con él es lo que lo ata a su recuerdo, el regreso a la casa donde pasó su infancia no colabora para poder superarlo. Por otro lado, hay que resaltar que no hay en el cuento mucha descripción de los espacios, salvo por esta breve: “toda la extensión de las calles vecinas y el verdor de estos cerros cercanos”, lo cual permite suponer que se halla ambientado en la sierra peruana.
(Escuela de Literatura, UNSA)
