Trasladan a pequeño paciente a la capital.

El Servicio de Atención Móvil de Urgencias (SAMU) de Arequipa participó en un complejo y delicado traslado aéreo de un recién nacido de apenas nueve días de vida que presentaba una grave dificultad respiratoria y una cardiopatía congénita. La intervención oportuna del personal médico permitió que el menor fuera evacuado de emergencia desde el Hospital III Goyeneche hacia el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja, en Lima, donde recibirá atención médica especializada.

La alerta se activó luego de que el equipo médico del hospital detectara el rápido deterioro de la condición del bebé, que requería soporte ventilatorio avanzado y atención de un centro de referencia nacional. Ante la situación crítica, el SAMU movilizó de inmediato a su personal especializado en emergencias neonatales, quienes brindaron soporte vital continuo durante todo el proceso de traslado.

El vuelo sanitario, coordinado con la Fuerza Aérea del Perú y el Seguro Integral de Salud (SIS), permitió que el paciente llegara con vida a Lima en un operativo que demandó precisión, rapidez y trabajo articulado entre diversas instituciones. Durante el trayecto, el equipo del SAMU monitoreó en tiempo real las funciones vitales del menor y aseguró la estabilidad clínica necesaria para su llegada.

La responsable del SAMU en Arequipa destacó la importancia de la coordinación interinstitucional en este tipo de emergencias, señalando que cada minuto es vital cuando se trata de un paciente en estado crítico. “Nuestro compromiso es responder con prontitud y garantizar que cada traslado se realice bajo los más altos estándares de atención prehospitalaria”, expresó.

Este caso refleja el esfuerzo constante de los profesionales de salud por salvar vidas y ofrecer una atención humana y especializada, incluso en circunstancias adversas.

En estas fiestas, el SAMU recuerda a la población que ante cualquier urgencia o emergencia médica puede comunicarse gratuitamente al 106, línea activa las 24 horas del día. Cada llamada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.