“Convenio con Cerro Verde marcará un antes y un después en el desarrollo hídrico al 2060”

Por Rocío Velazco C.

El presidente del directorio de Sedapar, Marco Falconí Picardo, presentó un panorama detallado de lo que considera un “hito histórico” para Arequipa: el octavo convenio firmado con la empresa minera Cerro Verde, tras ocho años de negociaciones.

MARCO FALCONÍ, PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DE SEDAPAR

El acuerdo, valorado en 3,091 millones de dólares, permitirá financiar proyectos de agua y saneamiento en las ocho provincias de la región y garantizar la sostenibilidad hídrica hasta el año 2060.

Falconí, quien asumió la presidencia de Sedapar en medio de una coyuntura de desconfianza hacia las empresas públicas, aseguró que este convenio representa “un cambio de paradigma” en la relación entre el sector público y privado, con beneficios tangibles para la ciudadanía. “No se trata de regalar agua a la minería, sino de transformar un residuo en una fuente de desarrollo”, enfatizó.

CONVENIO SIN PRECEDENTES

El convenio establece tres componentes principales: 116 millones de dólares en efectivo, 510 millones de dólares mediante la modalidad de Obras por Impuestos (OxI), y un plan de ahorro y tratamiento hídrico que asegura operaciones sostenibles hasta mediados de siglo.

Falconí explicó que las Obras por Impuestos son un mecanismo eficiente que garantiza la inversión directa en infraestructura prioritaria. “Cuando una empresa paga impuestos a la SUNAT, ese dinero se diluye en el presupuesto nacional. Con las OxI, los recursos se quedan aquí, convertidos en plantas de tratamiento, redes de agua y desagüe o represas que benefician a Arequipa”, detalló.

De esta forma, Sedapar se consolida como la empresa que canaliza la mayor inversión regional en saneamiento en las últimas décadas. El convenio, además, cuenta con el respaldo de los ocho alcaldes provinciales, quienes aprobaron su firma por unanimidad en el directorio.

“NO SE REGALA GUA, SE LA TRANSFORMA”

Uno de los puntos más polémicos en la opinión pública ha sido la supuesta “cesión gratuita de agua” a la minera Cerro Verde. Falconí fue enfático en desmentir esa afirmación: “Lo que se entrega no es agua potable ni de río. Son aguas residuales, desagüe urbano, que la minera trata completamente. De los 2,800 litros por segundo que procesa, 1,300 litros por segundo regresan como agua limpia para uso agrícola, humano y animal”.

El funcionario destacó que Cerro Verde paga 6.50 soles por metro cúbico de agua tratada, una cifra muy superior a la de otros convenios similares en el país, donde el tratamiento de aguas servidas se cobra entre 10 y 20 centavos. “No solo no se regala agua, sino que se obtiene una tarifa justa, que además permite que Sedapar no cobre a los usuarios el servicio de alcantarillado. Ese costo lo asume la minera”, explicó.

En términos prácticos, esto significa un ahorro directo para las familias arequipeñas. “Un hogar promedio que consume 15 metros cúbicos mensuales paga alrededor de 30 soles, pero si Sedapar cobrara el servicio de desagüe, esa factura subiría hasta 57 soles. Es decir, cada usuario ahorra unos 27 soles al mes”, señaló Falconí.

INVERSIÓN DESCENTRALIZADA PARA LAS 8 PROVINCIAS

El convenio tiene un enfoque regional, no metropolitano. “Arequipa no es solo la ciudad, es una región de ocho provincias, y el 60% de la inversión está destinado a las zonas fuera de la capital”, precisó Falconí.

Entre los proyectos más relevantes por provincia destacan:

“Este convenio no solo resuelve problemas históricos de saneamiento, también devuelve equidad a las provincias, que durante años vieron pasar las inversiones sin beneficiarse directamente”, afirmó Falconí.

MEGAOBRAS PARA AREQUIPA METROPOLITANA

En el caso de la capital regional, los proyectos se orientan a resolver la brecha hídrica que afecta a cerca de un millón de habitantes. Las obras principales incluyen:

Un megaprograma de agua y alcantarillado para 20 distritos, con una inversión de 1,000 millones de soles.

Modernización de las plantas de tratamiento Miguel de la Cuba, La Tomilla y La Escalerilla.

Infraestructura hídrica estratégica, con la construcción de represas en Zumbai, Andamayo y Fraile.

Rehabilitación del canal Pañe, que actualmente pierde el 40% del agua por filtraciones.

Estas intervenciones, según el presidente de Sedapar, permitirán mejorar la continuidad del servicio, reducir las pérdidas en la red y ampliar la cobertura a sectores periféricos que aún carecen de acceso permanente.

UN PLAN DE CONTIGENCIA FRENTE A LAS LLUVIAS

De cara a la temporada de lluvias, Sedapar ha implementado un plan de contingencia integral con un presupuesto de 300 millones de soles. El objetivo es garantizar el abastecimiento de agua potable y responder con rapidez ante posibles emergencias, huaicos o deslizamientos.

Entre las medidas adoptadas se encuentran:

Despliegue de maquinaria pesada (equipos Caterpillar) en campamentos cercanos a las zonas de captación para intervenir de inmediato ante bloqueos o derrumbes.

Disponibilidad de 92 cisternas certificadas para distribuir agua potable en caso de interrupciones.

Coordinación con EGASA y Defensa Civil, para asegurar el manejo de compuertas y evitar acumulaciones de lodo.

Nuevo punto de captación con una inversión de 30 millones de dólares, diseñado para evitar que los huaicos afecten la red principal. Esta obra estará lista a fines de 2026.

“Arequipa no puede volver a vivir los problemas de desabastecimiento que sufrimos en temporadas anteriores. Ahora tenemos un plan técnico, maquinaria propia y un sistema de respuesta rápida”, remarcó Falconí.

GESTIÓN, TRANPARENCIA Y EFICIENCIA

El presidente de Sedapar defendió la gestión de la empresa, señalando que ha sido reconocida por la OTAS y la SUNASS como la mejor empresa de saneamiento del país durante cuatro años consecutivos, con indicadores de eficiencia que superan el 91%.

“Eso demuestra que Sedapar no solo recauda, sino que invierte bien. Pero necesitamos que los alcaldes y gerentes hagan lo mismo: que ejecuten los fondos, que eviten la corrupción y no dejen paralizados los proyectos”, sostuvo.

Falconí insistió en que el principal problema de Arequipa no es la falta de recursos, sino la falta de gestión. “El dinero está. Lo que necesitamos es capacidad técnica y decisión política para gastarlo correctamente antes de 2030”, advirtió.

Para reforzar la confianza ciudadana, la empresa ha puesto a disposición pública todos los documentos del convenio con Cerro Verde, los estudios técnicos y los informes de impacto en su portal web. “La transparencia es la mejor defensa frente a la desinformación. Los arequipeños deben saber que cada sol tiene un destino trazado”, subrayó.

UNA ALIANZA QUE RECICLA PROGRESO

En palabras de Falconí, el modelo de cooperación entre Sedapar y Cerro Verde puede entenderse como un sistema de reciclaje de alto rendimiento: “Nosotros entregamos aguas residuales —un producto que no sirve— a un socio que tiene la tecnología para procesarlo. Ese socio paga un precio justo y devuelve una parte ya purificada para beneficio común. Con ese ingreso, la ciudad ahorra y reinvierte en mejorar su infraestructura. Todos ganamos: el medio ambiente, los agricultores y los ciudadanos”.

El convenio, además, fortalece el componente ambiental de Arequipa, al evitar el vertimiento de aguas servidas sin tratamiento en los ríos y quebradas. Esto, según Falconí, contribuye directamente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en materia de agua limpia, saneamiento y acción por el clima.

MIRANDO HACIA EL 2060

La proyección del convenio alcanza tres décadas de planificación. Para entonces, Arequipa tendría asegurada su autosuficiencia hídrica y un sistema de tratamiento moderno, capaz de soportar el crecimiento urbano y la variabilidad climática.

“El agua es el alma de una región. Si la gestionamos bien, garantizamos desarrollo, salud y productividad. Si la desperdiciamos o politizamos, condenamos a las próximas generaciones”, concluyó Falconí.

La apuesta de Sedapar, según su presidente, es construir una cultura de responsabilidad compartida. “Arequipa no puede seguir viendo pasar los proyectos; debe liderarlos. Este convenio es una oportunidad de oro para demostrar que la región puede crecer con sostenibilidad, tecnología y transparencia”.

El convenio entre Sedapar y Cerro Verde no solo implica cifras millonarias, sino una visión integral de desarrollo hídrico y social. Con obras que alcanzan a las ocho provincias, una estructura financiera transparente y un compromiso de largo plazo, el acuerdo podría convertirse en el punto de inflexión que Arequipa necesitaba para transformar su relación con el agua: de un recurso escaso y conflictivo, a un motor de progreso regional.

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