“Da pena que haya tantos candidatos a la presidencia del país”
Por: Danna Felipe B.
Monseñor de Arequipa hace un llamado a informarse bien antes de votar
ARZOBISPO DE AREQUIPA:
En medio de la coyuntura electoral que vive el país, con decenas de partidos y aspirantes inscritos para participar en las Elecciones Generales de 2026, el arzobispo de Arequipa, Monseñor Javier del Río Alba, expresó su preocupación por el rumbo de la política nacional y el desgaste que genera en la ciudadanía la proliferación de candidatos a la presidencia. “Da pena que haya tantos candidatos, porque no es usual en ningún país del mundo”, afirmó con tono reflexivo, al recordar que el exceso de postulantes no siempre es señal de pluralidad democrática, sino muchas veces de desunión, improvisación y ambición personal.
El prelado arequipeño considera que esta situación debe llevarnos a una profunda reflexión sobre la responsabilidad que cada ciudadano tiene al momento de elegir a sus autoridades. En estas fechas de unión y esperanza, sostuvo que el voto no debe ser un acto emocional o impulsivo, sino un ejercicio de conciencia y compromiso con el futuro del Perú. “Somos nosotros quienes, el próximo año, podemos cambiar para mejor la historia del país”, insistió.
EVALUAR ANTES DE ELEGIR
Monseñor del Río Alba llamó a los peruanos a evaluar con rigor la preparación, la honestidad y los valores de los candidatos, recordando que no basta con escuchar discursos atractivos o promesas llamativas. “Hay quienes tienen facilidad de comunicación y saben dar el mensaje que queremos escuchar, pero lo que tenemos que hacer es informarnos bien”, subrayó.
En ese sentido, recomendó tres pasos fundamentales para ejercer un voto responsable.
Primero, verificar si el candidato tiene experiencia en gestión pública o privada, pues ello demuestra su capacidad de liderazgo y de manejo de recursos. Segundo, revisar sus antecedentes personales y legales, porque existen postulantes con procesos judiciales pendientes o incluso requisitorias. Y tercero, analizar la viabilidad de sus propuestas, para determinar si lo que prometen es posible o solo una ilusión de campaña.
“Si no tienen capacidad para cumplir lo que ofrecen, en el fondo nos están engañando. Nos crean una ilusión y terminamos frustrados una vez más”, advirtió el arzobispo. Para él, la madurez política de un país se refleja en su electorado: cuando los ciudadanos votan informados, la clase dirigente también se eleva en nivel y compromiso.
VOTAR CON CONCIENCIA, NO DESDE LA IGNORANCIA
El líder de la Iglesia arequipeña lamentó que, en anteriores procesos electorales, muchos peruanos hayan votado sin conocer a fondo a los candidatos ni las consecuencias de sus decisiones. “Si no queremos seguir repitiendo tristes experiencias, no votemos desde la ignorancia”, enfatizó.
Recordó que el próximo año los peruanos no solo elegirán a un presidente y dos vicepresidentes, sino también a los miembros del Congreso de la República, representantes al Parlamento Andino y, posteriormente, a autoridades regionales y municipales. “En cada nivel de gobierno debemos aplicar el mismo criterio: informarnos, analizar, y recién decidir”, indicó.
Para del Río Alba, la desinformación y la indiferencia política son males que debilitan la democracia. “Cuando votamos sin pensar, permitimos que lleguen al poder personas incapaces, y luego nos lamentamos durante cinco años. Hay que romper ese círculo”, agregó.
LA ESPERANZA NO ESTÁ PERDIDA
A pesar de su tono crítico, el arzobispo mantiene la esperanza en la política peruana. Reconoce que existen líderes honestos y comprometidos con el bien común, aunque todavía son minoría.

“Hay algunos políticos que sí actúan por rectitud de intención, realmente tienen deseos de trabajar por el bien común y están capacitados para hacerlo”, señaló.
Por ello, considera necesario promover una cultura de servicio y de valores en la política, especialmente entre los jóvenes. A su juicio, la educación cívica y ética debe ser parte esencial de la formación escolar y universitaria. “El país necesita políticos con vocación, no con apetito de poder. Gente que vea la política como una oportunidad de servir, no de servirse”, remarcó.
LLAMADO A LA REFLEXIÓN NACIONAL
Monseñor del Río Alba pidió aprovechar el contexto de las fiestas de fin de año para reflexionar sobre el Perú que deseamos construir. Dijo que el Año Nuevo debe inspirar un compromiso renovado con la verdad, la justicia y la solidaridad. “En medio de tantas divisiones, necesitamos volver a unirnos como nación. No podemos seguir enfrentados por ideologías, intereses o resentimientos. El Perú requiere de todos nosotros”, expresó.
Asimismo, exhortó a los medios de comunicación y a las instituciones educativas a fomentar el pensamiento crítico y el discernimiento ciudadano. A su entender, la prensa libre cumple un rol decisivo para orientar a la población, siempre que lo haga con objetividad y responsabilidad. “Los periodistas tienen una tarea fundamental: ayudar a que la gente distinga la verdad de la manipulación”, sostuvo.
El arzobispo de Arequipa también pidió a las autoridades electorales garantizar un proceso limpio, transparente y equitativo. “El respeto a las reglas y la igualdad de condiciones son esenciales para que las elecciones sean realmente democráticas. No debe haber favoritismos ni trampas”, advirtió.
LA RESPONSABILIDAD CIUDADANA
Finalmente, Monseñor del Río Alba insistió en que la transformación del país no depende solo de los gobernantes, sino también del pueblo. Cada voto, dijo, es una semilla de cambio. “No podemos quejarnos de los políticos si seguimos eligiendo mal. La responsabilidad es compartida: de los candidatos, de las instituciones y de cada uno de nosotros”, manifestó.
El arzobispo cerró su mensaje con una reflexión esperanzadora: “El Perú no está perdido. Aún hay mucha gente buena, trabajadora, honesta, que ama su tierra. Si aprendemos a reconocer y apoyar a quienes tienen verdadera vocación de servicio, podremos construir el país que soñamos”.
Con su llamado, Monseñor Javier del Río Alba invita a los ciudadanos a asumir el próximo proceso electoral con seriedad y compromiso, a informarse antes de votar y a no dejarse llevar por promesas vacías. Porque, como repite con convicción, “da pena que haya tantos candidatos, pero más pena sería que elijamos sin pensar”.
