Más de 70 mil arequipeños fuera del mercado laboral en un escenario de alta informalidad

Foto: Zintia Fernández

La Población Económicamente Activa (PEA) en Arequipa supera las 789 mil personas. De ese total, cerca del 10%, equivalente a más de 70 mil, no se encuentra laborando. Desde la Gerencia Regional de Trabajo y Promoción del Empleo (GRTPE) informaron que este grupo se concentra principalmente en jóvenes que buscan su primer empleo y en personas con inserción laboral intermitente, dentro de un mercado marcado por una informalidad que alcanza el 60% a nivel regional.

EMPEORA LA INFORMALIDAD

Las cifras oficiales indican que más del 90% de la PEA desarrolla alguna actividad económica. El 10% restante corresponde a población mayor de 14 años que fluctúa entre empleo y desempleo, con ingresos inestables y períodos cortos de ocupación. Esta dinámica se explica por la predominancia de empleos temporales y de baja calidad. En Arequipa, alrededor del 60% de los ocupados trabaja en condiciones de informalidad, sobre todo en los sectores comercio y servicios, caracterizados por alta rotación y bajos ingresos.

«En Arequipa casi todo el mundo trabaja, pero el problema es quiénes tienen contrato y quiénes no. Ahí entra a tallar la informalidad. En la región el desempleo es bajo, más del 90% de la población está trabajando, pero el 60% de este grupo lo hace en la informalidad. (…) La economía de nuestro país se moviliza por la pequeña y mediana empresa, y es en ese sector donde se concentra un mayor grado de informalidad», explicó Catherine Rodríguez Torreblanca, titular de la GRTPE.

Aunque la informalidad muestra una reducción progresiva en los últimos años, se mantiene en niveles elevados. Según la GRTPE, la región cerró el 2023 con 68% de informalidad laboral, el 2024 con 64% y el 2025 con 60%. La entidad señaló que la meta institucional apunta a continuar con esta disminución, aunque el avance depende de la articulación con otros sectores vinculados a fiscalización, tributación y formalización empresarial.

En ese contexto, la gerencia reportó que durante el 2025 logró insertar directamente a 127 personas en puestos de trabajo, de las cuales 22 presentan algún tipo de discapacidad. Sin embargo, el número de personas que no accede a un empleo formal se mantiene. «Ese grupo que no trabaja oscila: hoy puede estar empleado por campaña y luego vuelve a quedar fuera», indicó Rodríguez Torreblanca.

La falta de empleo en Arequipa es un desafío persistente, aunque muestra mejoras recientes; se caracteriza por una alta informalidad laboral (cerca del 60% de la PEA), afectando más a jóvenes y mujeres, con una desconexión entre la formación profesional y las necesidades del mercado, y un desempleo juvenil significativo que genera jóvenes «ninis», aunque sectores como servicios y turismo impulsan una reactivación parcial del empleo formal. 

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