REFLEXIONES

El 2025 deja importantes aprendizajes y cifras relevantes para el sector educativo, que deben ser consideradas de cara al 2026. Una de las más significativas es la brecha existente en infraestructura educativa: de acuerdo con Comex, cerrarla demandaría una inversión aproximada de 158,832 millones de soles. Esta realidad ha sido puesta en agenda en diversos espacios de reflexión, como CADE Ejecutivos y CADE Universitario, donde se ha coincidido en la necesidad de una estrategia integral y sostenida para mejorar la calidad de los aprendizajes en el país.

En un contexto preelectoral, la educación vuelve a situarse como un tema prioritario para el desarrollo nacional. Los próximos cinco años serán decisivos para fortalecer el sistema educativo y avanzar hacia una visión de largo plazo que permita responder a los desafíos sociales, económicos y tecnológicos que enfrenta el Perú. En ese escenario, el avance de la inteligencia artificial aplicada a la investigación y a los procesos educativos representa una oportunidad para innovar en metodologías, evaluación y gestión del aprendizaje.

No obstante, estas oportunidades conviven con brechas estructurales que requieren atención urgente. El Proyecto Educativo Nacional al 2036 advierte que no es posible construir una ciudadanía plena sin aprendizajes fundamentales. En esa línea, la Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA), publicada en el 2025, reveló que siete de cada diez estudiantes no comprenden lo que leen, lo que evidencia la necesidad de reforzar las bases del sistema educativo desde los primeros niveles.

Frente a este panorama, resulta indispensable promover una acción articulada entre el sector público y privado, considerando las diversas realidades sociales, económicas y geográficas del país. Para ello, es clave generar espacios de encuentro que faciliten el diálogo técnico y la construcción de propuestas. Iniciativas como CADE y el Congreso Internacional de Educadores (CIE) cumplen un rol relevante en este propósito. En su edición 2026, el CIE abordará los desafíos educativos contemporáneos desde la gestión, la calidad, la innovación y la inclusión.

El 2026 representa una oportunidad para consolidar consensos y fortalecer políticas educativas orientadas al desarrollo sostenible del país. Apostar por una educación de calidad es una responsabilidad compartida y una condición indispensable para el progreso del Perú.