Los escándalos de la presidenta
Por: Carlos Meneses
En el esclarecimiento de las cuentas que se solicita a la presidenta Boluarte toda demora en sus declaraciones la perjudican e incómoda a una ciudadanía que quiere conocer verdades de adecuado procedimiento de la jefa de Estado sobre cumplimientos de ley.
Las persistentes negativas de la mandataria Dina Boluarte en entregar a conocimiento público, y a requerimiento de la Fiscalía y Contraloría General de la República, información sobre sus ingresos y gastos por ella efectuados han provocado desfavorables comentarios no sólo en los sectores públicos llamados a controlarlos, sino también en los círculos privados.
Ahora resulta que son propiedad de la señora presidenta, tres relojes de la marca Rolex y costosas joyas, como una pulsera Cartier que vale 50 mil soles; el país demanda conocer cómo llegó a lucirla en una cita en el APEC de transferencia de Estados Unidos a Perú.
Todos los ingresos de la señora Boluarte en los últimos años provienen de la recepción de los pagos que ella recibía como ministra de Estado y presidenta de la República y, antes de ello, de su trabajo como empleada del Reniec.
De lo que se trata es de saber si hay relación entre tales ingresos y si las joyas evidencian un desbalance patrimonial de un millón 100 mil soles entre ingresos y los gastos efectuados en solo la compra de relojes y joyas.
Esa aclaración debe ser inmediata por la existencia de normas que obligan a hacer declaraciones cada año a todos los funcionarios públicos al ingresar a la administración estatal y al finalizarla.