IGP: esta es la ciencia que hacemos
Por: Hernando Tavera
Como institución dedicada a las investigaciones geofísicas desde hace 102 años, en este momento gran parte de la población nos identifica como la institución rectora en el tema sismológico, lo que se debe a que, al ser un país sísmico por excelencia, siempre estamos dando a conocer, a través de nuestros reportes, la ocurrencia de sismos en el país.
Sin embargo, también desde 1988 iniciamos nuestra rectoría en el tema vulcanológico; hoy en día contamos con un moderno observatorio y un gran número de profesionales especializados que se encargan de las investigaciones y el monitoreo de la actividad de 13 volcanes activos de la región sur.
Del mismo modo, a inicios de la década de 1990, comenzamos las investigaciones y el pronóstico del Fenómeno El Niño, lo que dio paso al estudio del cambio climático y sus efectos asociados. En virtud de nuestra extensa trayectoria y producción científica, hoy somos la institución rectora de los pronósticos de El Niño y La Niña, labor incansable y permanente que se complementa con las investigaciones de la física del océano, la erosión física de los suelos, el paleoclima, los incendios forestales y la física atmosférica en los Andes.
Un paso importante que hemos dado con la finalidad de comprender la dinámica de los suelos ante la demanda sísmica y las lluvias extremas es la zonificación de los suelos en áreas urbanas, con énfasis en comprender la génesis de los flujos de detritos en las cuencas del borde occidental del Perú.
Ahora bien, para realizar todas estas labores de investigación y monitoreo es necesario contar con redes geofísicas de observación y recolección de datos. En la actualidad contamos con modernas redes que son operadas y mantenidas por profesionales del IGP, quienes a lo largo del año recorren todo el país con el propósito de asegurar la disponibilidad de los insumos de mayor valor para la ciencia: los datos.
Nuestra inquietud por seguir adelante nos ha llevado a fortalecer nuestro grupo de profesionales en desarrollo tecnológico. A la fecha, ya hemos construido un gran número de radares para el monitoreo de deslizamientos de tierra y lluvias extremas, drones que sobrevuelan por encima de los 5000 metros de altura, nanosatélites, magnetómetros y hasta un moderno radar meteorológico, conocido como SOPHy, que hoy día está monitoreando las lluvias en la región norte del país, específicamente en Piura.
Hacer ciencia desde hace 102 años representa para nosotros una gran responsabilidad, ya que los fenómenos naturales seguirán ocurriendo en el Perú y la demanda de información científica seguirá creciendo. Nuestro compromiso es aportar con ciencia de calidad para reducir el riesgo en el que se encuentra nuestra población, siempre pensando en el Perú, bajo la firme convicción de seguir haciendo “ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.