Por: Carlos Meneses

En el Ministerio de Economía se producirán decisiones importantes para responder a los resultados de pronunciamientos desfavorables a Perú en el mercado internacional.

El ministro de Economía, José Arista se animó a comentar la crisis económica determinada por el pronunciamiento de 2 empresas analistas que rebajaron las posibilidades peruanas de contraer créditos en el extranjero.

Arista dijo que se había cometido excesos por parte del Congreso en gastos públicos y lamentó que el gobierno no tuviera una bancada de apoyo en el Legislativo para definir una línea de acción con respaldo suficiente para poner en vigencia en el país.

Arista, también, dijo que él estuvo de acuerdo en la permanencia del presidente del Consejo Fiscal, Carlos Oliva, pero que la jefa de Estado, Dina Boluarte se opuso a su continuación y demandó su cambio. Él tuvo que aceptarlo porque es la mandataria, quien tiene el mando supremo de la Nación.

Las declaraciones de Arista fueron interpretadas como una vía de agotamiento de la política económica de su despacho y aunque no quiso utilizar la palabra “renuncia”, los periodistas que hablaron con él dijeron tener pocas dudas que permanezca más tiempo en el gabinete.

Sin embargo, hasta ahora nadie ha mencionado quién podría sucederlo o si es parte de una estrategia para confundir al electorado y a la ciudadanía peruana.

El ministro admitió que podría haber nuevas decisiones de corte económico para mejorar la política general del régimen y lamentó nuevos egresos aprobados por mayoría congresal, con respecto a remuneraciones que percibirá el Parlamento por concepto de gastos de representación.

En cuanto a la situación de petróleos del Perú dijo que el tema es materia de estudio y de análisis por parte del directorio de la empresa estatal.